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martes, 4 de enero de 2011
se esconden pero no mas
Ruben Fernández, jefe de prensa de Policía Caminera, confirmó a Montevideo Portal que cuatro personas resultaron lesionadas al volcar la camionera en que viajaban, a la altura del kilómetro 112 de Ruta 3. Subrayó que existe gran preocupación por el auge de las picadas en todo el país.
Según confirmó Fernández, en la camioneta que volcó viajaban seis menores y tres mayores de edad. El accidente ocurrió en el kilómetro 112 de Ruta 3. Hubo cuatro lesionados y los menores tenían entre 2 y 16 años de edad. "Fue un vuelco con lesionados, pero por el momento no hay que lamentar muertes", explicó.
El jefe de prensa de Policía Caminera explicó que la normativa vial "no especifica de modo expreso", la prohibición para viajar en las cajas de las camionetas en rutas nacionales. "Se establece que ocasionalmente, en una situación excepcional se podrá llevar a un número limitado de personas sentadas contra la cabina. La norma habla de excepciones. Si es un tema de todos los días no es permitido".
Una docena de fallecidos
De los 12 muertos que se han registrado en accidentes de tránsito en lo que va de 2011, cinco ocurrieron en jurisdicción de Policía Caminera.
"Para nosotros hubiese sido más cómodo no arrancar con estas cifras de siniestralidad", destacó Fernández.
Dos de los fallecimientos, ocurrieron en Tacuarembó, en medio de una nueva y muy peligrosa modalidad de picadas en moto.
El estilo se llama "Gallinita ciega". Consiste en enfrentar a dos conductores en medio de la ruta y acelerar a fondo. El chofer que cambie de curso ante la inminencia de la colisión, termina perdiendo el desafío. En el caso de Tacuarembó, los dos jóvenes no se apartaron de su rumbo y terminaron falleciendo al chocar de frente.
Fernández dijo a Montevideo Portal que "el tema picadas es un fenómeno social nuevo que está tomando un auge increíble. Se está trabajando en el ministerio del Interior para darle un marco jurídico y de acción. Es un fenómeno que está desbordando y que se registra en todo el país. Se está viendo la posibilidad que esa actividad salga de la calle, a un lugar que no amenace la seguridad de terceros".
"Estas picadas tienen un condimento que es una especie de desafío a la autoridad. Parte de la historia es cuando llega la policía y se dispersan para ver a quién sigue la policía. Hemos hecho actuaciones en donde toda esta gente que está picando se dispersa. Pero todavía no tenemos un marco jurídico para las picadas".
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