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lunes, 3 de enero de 2011
reducido
El comandante en jefe del Ejército, Jorge Rosales, dijo en entrevista con Ultimas Noticias que las declaraciones que realizan los oficiales retirados en nombre de los clubes militares no representan su opinión ni la del Ejército. Además, el general admitió que el Presupuesto quinquenal dejó una sensación de frustración en la interna de la fuerza y adelantó que la reducción de personal prevista con el pasaje de militares a la Policía implicará el cierre de cuarteles. -Usted fue objeto de críticas por parte de retirados debido a la postura que asumió frente a la aprobación del Presupuesto y por su actitud ante el procesamiento de militares por crímenes cometidos durante la dictadura. ¿Eso generó una división entre militares en actividad y retirados?
-Siempre alguna consecuencia tiene. Sin duda el oficial en actividad está envuelto en una dinámica diaria de participación en clubes y unidades simbólicas de cada arma. Esos ámbitos de camaradería alimentan la moral y benefician el nivel profesional de los oficiales. Pero digamos que con la gran masa de retirados las cosas son muy parciales, porque de pronto una manifestación pública de un retirado aparentemente está representando a un volumen de retirados que nunca conocemos qué dimensiones tiene, salvo cuando el que habla es alguna autoridad de los centros o instituciones sociales.
Hubo declaraciones públicas del general Manuel Fernández (ex presidente del Centro Militar) y yo quiero dejar bien claro que nunca una expresión de algunos de los presidentes de estas instituciones representa la visión del comandante en jefe o puede hablar por el resto de la fuerza. Estos clubes tienen un estatuto, una autonomía funcional y tienen derecho a formular las opiniones de las comisiones directivas o de sus asociados, que es lo más deseable, pero esto no quiere decir que lo que digan manifieste la opinión del comandante o la del Ejército. Esto lo digo porque hay una asociación histórica que ha tenido publicidad en la prensa y quiero ser enfático que de ninguna manera me expreso a través de los clubes sociales. Quiero hacer la distinción porque sé que en el imaginario popular, si hay alguna expresión en el Centro Militar, se tiende a pensar que es el pensamiento de los militares. No lo es ni el del Ejército, ni el de la Armada, ni el de la Fuerza Aérea, con los clubes podemos tener coincidencias, obviamente, y tenemos seguramente muchas disidencias. El Ejército tiene su área de Comunicación Social y yo tengo todos los medios para comunicarme con la prensa y de forma interna. Aunque entiendo que un retirado está libre de sus obligaciones desde el punto de vista militar y tiene derecho a expresarse.
A mí sí me preocupa mucho la unión de la familia militar y busco por todas las formas de congeniar en todos los aspectos, pero a veces los cambios y la dinámica en general para adecuar al Ejército a los nuevos tiempos no es entendida o compartida.
Quienes tenemos la responsabilidad de conducción somos humanos y decidir significa renunciar. Por eso aplico una máxima: "el mando no es simpático". Es tremendamente difícil satisfacer a todo el mundo y como comandante me cuestiono si hago lo mejor y lo oportuno. Quisiera mantener esta tranquilidad espiritual que me permite poner la cabeza en la almohada y dormir.
-Los familiares de desaparecidos durante la dictadura solicitaron al ministro Luis Rosadilla que los militares proporcionen más datos para facilitar las investigaciones. ¿Usted tiene a disposición algún tipo de información o archivo que no sea conocido?
-No poseo ninguna información más de la que ya brindamos en una comisión de investigación años atrás. Este comandante asegura que no existe ninguna información que se oculte desde el punto de vista institucional, no puedo hablar desde el punto de vista personal.
Sobre el inicio de las excavaciones el presidente José Mujica me dijo que aún no está determinada y que aún faltan algunos de los elementos para la decisión final. Para mí en términos oficiales no está asegurada, ya que fue lo que me comunicó en una conversación personal que mantuvimos.
-¿El Ejército tiene en su poder algún archivo de inteligencia de la época?
Todos los archivos históricos o que tuvieran algún tipo de relación con esa etapa se encuentran en dependencias del Estado. A eso no tengo nada que agregar.
-¿El Presupuesto Quinquenal asignado al Ejército asegura el cumplimiento de las necesidades básicas y prioritarias de la fuerza?
El Presupuesto tiene los rubros específicos para salarios y no incluyó rubros para funcionamiento de inversión, lo que me preocupa mucho. Tenemos la misma masa de dinero para funcionar que la que teníamos con el presupuesto anterior. En cuanto a las retribuciones salariales, se establece un aumento escalonado para personal subalterno hasta el grado de alférez de $ 2.000 en el quinquenio. Creo que esto es preocupante, porque los aumentos son a valores constantes. Pero obviamente los ajustes son legales, aunque nosotros teníamos una expectativa mucho mayor con respecto al Presupuesto, un poco por el discurso del presidente y otro poco por algunas conversaciones que habíamos tenido. Lamentablemente por diversos motivos no se nos consideró.
-¿El no haberlos considerado desde el punto de vista salarial generó malestar dentro de la fuerza?
.Obviamente esto trajo aparejado un poco de frustración, expectativas que no fueron cubiertas, planes que habíamos presentado en ese momento que habíamos sido alentados a seguir adelante y no fueron atendidos. Es como le pasa a cualquiera, cuando una expectativa se ve frustrada, no cae muy bien. Pero como nosotros somos una organización piramidal sujeta a autoridad tenemos muy claro a nivel de los efectivos que aquellos que sienten una disconformidad con el sistema tienen la opción de pedir el pase a retiro.
-Los pases a retiro que le fueron solicitados, ¿se deben a cuestiones estrictamente salariales?
-Creo que la enorme mayoría de los oficiales que solicitaron el pase a retiro lo hicieron porque consideran que su situación deficitaria se va a seguir manteniendo durante el quinquenio. Hay una disparidad enorme a nivel del Estado en las remuneraciones y esto yo lo he hablado con las autoridades de gobierno, eso también influye a la hora de solicitar el pase a retiro.
-¿Cómo afecta al Ejército la reducción de efectivos que planteó el gobierno?
-Se ha establecido a nivel de las tres fuerzas que durante este año tenemos que hacer una reducción de 2.500 efectivos. El Ejército está participando con 2.000 en Misiones de Paz, eso implica que otros 2.000 se deben preparar tres meses antes para poder cumplir con la misión y además se está hablando de un aumento significativo de nuestra participación del control de los establecimientos carcelarios. Es muy complejo compatibilizar la disminución de efectivos y lidiar con una realidad económica poco atractiva para el personal.
-La reducción de personal, ¿implicará cierre de unidades y cuarteles?
-Para dar cumplimiento a la medida vamos a tener que cerrar unidades y a otras tendremos que fusionarlas. No tenemos forma de poder reducir personal sin cerrar unidades. Vamos a mantener las unidades en el interior, porque son una fuente laboral y allí el Ejército es una autoridad departamental. El cierre se hará en la zona metropolitana y es muy probable que tengamos que hacer el cierre de algún cuartel.
“TODOS SOMOS URUGUAYOS
-En su opinión, ¿cuál es la imagen que tiene la población del Ejército?
-Creo que tenemos que tratar de lograr que nuestra institución tenga otra ubicación social. Como mínimo que se entienda y conozca lo que hacemos. Hay gente que no conoce, pero sí detracta. Me propuse cambiar eso y es un desafío enorme.
-¿Considera que se ha menospreciado el trabajo del Ejército?
-No sé si se ha menospreciado, pero no hay una consideración acorde al esfuerzo realizado. Se está siempre potenciando aquellos aspectos que vienen o bien de la historia reciente en la cual la institución tuvo que participar, o detractando por algún otro motivo. Quizás haya que abrirnos más y ese es un desafío que tengo, mostrarnos más a la sociedad porque todos somos uruguayos.
-¿Usted considera que la sociedad trata injustamente al Ejército?
-Son percepciones, no tengo una medición, no tengo una encuesta seria que me permita afirmar eso. Lo que digo es lo que recojo de mi gente y de la prensa, en eso me baso.
MISIONES DE PAZ: EJÉRCITO PLANTEA REDUCIR EFECTIVOS
El Ejército planteó al gobierno reducir el número de efectivos desplegados en misiones de paz debido a la falta de recursos financieros para la renovación de materiales y armamentos.
- ¿Las bajas de efectivos y las remuneraciones afectan la participación del Ejército en las Misiones de Paz?
-Tengo una preocupación muy grande por los efectivos especializados, es decir, los conductores y mecánicos. Hoy en día a este personal ya no le resulta atractivo el viático de 800 dólares mensuales que paga Naciones Unidas. Esa gente trabaja todo el día y cualquier mecánico acá puede ganar eso. Para el próximo despliegue en el Congo, hay una serie de especialidades que al día de hoy no las tengo cubiertas; entre ellas están los cuatro médicos que se exigen por batallón.
-¿Cuáles son los materiales más obsoletos usados en misiones de paz?
-La flota, prácticamente toda. En las misiones no hay un taller a mano y el stock de repuestos está agotado. Hay roturas que no se pueden solucionar, hay material que va quedando fuera de servicio y lo que queda obsoleto es muy difícil de traer por el alto costo. Las misiones de paz nos posicionan muy bien como país, creo que tenemos misiones para mucho rato, pero es un tema muy complejo.
-¿El desgaste de material y la falta de personal especializado ponen en riesgo el cumplimiento de las misiones?
-No hablo de riesgo, sí lo estamos mirando muy de cerca al tema. He hecho algunas alertas al ministro Luis Rosadilla y estamos muy preocupados que en la Rendición de Cuentas no se tuvieran en cuenta algunos aspectos y esto no es una crítica al Poder Ejecutivo.
-Para cumplir con los requisitos de ONU el 70% del material desplegado debe estar en buenas condiciones. ¿Cuál es la realidad del Ejército?
-Tenemos entre el 80% y 90% de cumplimiento del acuerdo con ONU, pero hay áreas como la generación de energía que estuvimos con menos del 70%, por lo que debimos comprar rápidamente el material para reponer. Hay una cantidad de incidencias externas, como reducción de personal y salarios bajos, que inciden de forma directa en el cumplimiento de la Misión.
En Haití hay una situación de alto estrés por el avance del cólera. Vamos a ver cómo podemos reducir el personal y centralizar lo que tenemos, hay que hablar con las autoridades de Naciones Unidas para mantener los niveles de eficacia pero con menor cantidad de personal.
-Entonces ¿se va a reducir el personal del Ejército desplegado en misiones de paz?
-Hoy tenemos en Haití dos batallones; uno de los batallones que tenemos hoy lo manteníamos junto con la Armada y ese trabajo lo estamos haciendo nosotros solos con un batallón reforzado. Lo que estamos pidiendo es que Naciones Unidas le otorgue ese batallón a otro país o que se disminuya las funciones que tenemos que cumplir y en lugar de dos batallones, se unifique el trabajo en un batallón reforzado. Eso implica la reducción de oficiales, efectivos y materiales.
-¿Usted ya le hizo este planteo al ministro Luis Rosadilla?
-Se lo he planteado en conversaciones informales porque no poseo toda la información, aún no están montados los planes de acción claros y concretos. En diciembre son las elecciones en el Congo y sabemos que hay que tener una serie de previsiones. Estamos estudiando el tema para ver si en lugar de dos despliegues de seis meses, no podríamos hacer un despliegue de un tiempo mayor hasta pasadas las elecciones.
-¿Esta reducción de personal no cambiaría la imagen de Uruguay a nivel internacional?
-La idea es que no cambie, no es una cosa que se puede hacer de un día para el otro y tenemos que hablar con la ONU. Son modificaciones extendidas y de difícil negociación.
RENOVACIÓN DE ARMAMENTO CON AYUDA DE ONU
-¿En qué condiciones se encuentra el armamento que posee el Ejército?
-La renovación de la totalidad del material bélico ha sido financiada por las misiones de paz y el Estado no puso un peso en la compra de armamento. Esto habla de un muy buen trabajo de la gente que se encarga de la administración y de mis asesores. En cuanto a la renovación de los fusiles, de los cuales hemos sido blanco de críticas, estamos muy tranquilos y satisfechos por la compra, ya que nos ha permitido contar con una reserva de 7.000 fusiles en condiciones de uso. También compramos camiones y mecanizados en Canadá a precios muy favorables. Este año se pondrán en funcionamiento en las Misiones de Paz más de 100 vehículos de la década del '80.
-¿En qué condiciones se encuentran los materiales desplegados en Misiones de Paz?
-Estamos sufriendo el desgaste de cinco años de uso en condiciones extremas. En el Congo las condiciones de uso son muy severas, de alta temperatura y de alta movilidad; se puede decir que hemos recorrido literalmente todo el territorio y eso desgasta el material. Estamos con problemas grandes con los generadores de energía, vehículos mecanizados y ligeros. En Haití los problemas son mucho mayores, hemos tenido que participar en ayuda humanitaria más de lo que el convenio nos obligaba, ya que solo refería a seguridad. Eso nos ha llevado a un desgaste no programado.
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