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jueves, 6 de enero de 2011

la carne en el asador



El presidente José Mujica logró en la estancia presidencial de Anchorena que Corea se comprometiera a acelerar el trámite de habilitación sanitaria para importar carne uruguaya antes del segundo semestre de 2012. Sobre la base de la amistad y recordando que "en la vida no todo son negocios", Mujica apeló a la buena relación que tiene Uruguay con Corea para convencer al primer ministro Kim Hwang Sik de las ventajas de comprarle carne a Uruguay. Durante el encuentro, el gobierno planteó que por primera vez desde el año 1992, en que Uruguay participa de las exposiciones internacionales de restaurante parrillada, se perdería la oportunidad de asistir al evento mundial que se desarrollará en 2012 en Corea por carecer de habilitación sanitaria.

Ante la preocupación planteada por el gabiente, Kim Hwang Sik respondió: "Estoy contando los días para volver a comer carne uruguaya en un restaurante internacional". Aunque no hay acuerdo firmado, las palabras del primer ministro coreano alcanzan para entender que antes del segundo trimestre de 2012 se conseguirán las habilitaciones, explicó Almagro en la conferencia de prensa.

El compromiso del primer ministro coreano de acelerar los trámites para enviar una misión verificadora de las condiciones sanitarias y así proseguir con la habilitación de las licencias de importación fue expresado durante el almuerzo que ofreció Mujica en el casco central de la estancia presidencial.

Según Almagro, se trató de una muy buena reunión en la que se apeló a los lazos existentes entre ambas naciones y las políticas de apoyo que brindó Uruguay a Corea en distintas oportunidades. Del encuentro participaron los ministros Héctor Lescano (Turismo), Roberto Kreimerman (Industria), Tabaré Aguerre (Ganadería), Fernando Lorenzo (Economía) y la senadora Lucía Topolansky.

Mujica agasajó a la delegación coreana con una serie de cortes de asados vacunos y bovinos que poseían un código de barras con los datos de trazabilidad que aportan la información del propietario del establecimiento en donde fue criado el ganado. El hecho de contar con una información detallada del origen de la carne permite consolidar la imagen de una identidad del corte y eso sorprendió a los coreanos, comentó el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, durante la rueda de prensa.

Por su parte, la delegación surcoreana planteó su interés en que la apertura del mercado cárnico a Uruguay oficie como puntapié inicial para la concreción de la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el Mercosur. Sobre este aspecto, Mujica se comprometió a otorgar un "impulso especial" a la firma de un TLC con Corea durante la presidencia pro témpore uruguaya, sin que eso descuide los temas bilaterales entre ambos países.

Según informó Aguerre, Uruguay tiene una diferencia de balanza comercial de dos veces y media a una con Corea. Mientras que se importan 50 millones de dólares, los coreanos solamente compran 20 millones de dólares.

Si bien "les vendemos productos lácteos, madera y lanas, nuestros principal interés ofensivo es tratar de encontrar un paraguas comercial en lácteos y cítricos que se encuentran a espera de la habilitación.

Por otro lado, volver a venderle carne a Corea como se vendía antes de que aparecieran los brotes de aftosa en 2002", explicó Aguerre.

Para reducir la brecha de la balanza comercial entre los dos países, el gobierno uruguayo estudia la posibilidad de otorgar reducciones arancelarias que permitan mejorar la competitividad frente a otros productores en el mundo.

Por otra parte, durante la reunión y el almuerzo de trabajo se abordaron aspectos vinculados a la expansión de proyectos de inversión que ya se encuentran afincados en el país, como Kia Motors, una empresa de holding en el sector forestal y otra que se encarga de la producción de pollos con omega tres.

UN PASEO POR ANCHORENA PARA TRATAR DE “VENDER” EL PAÍS

“Estoy tratando de vender el Uruguay. Ese es mi trabajo y deber", dijo ayer el presidente José Mujica a la prensa mientras paseaba al primer ministro coreano Kim Hwang Sik por los estrechos caminos de la residencia presidencial de Anchorena.

Cuando se esperaba el inicio de una conferencia de prensa sobre las 14 horas en el centro de visitantes, una camioneta blanca seguida de tres autos oficiales se dirigió hacia el tambo del establecimiento.

Enseguida, un grupo de periodistas presentes en el lugar comenzó a seguir a los vehículos, que cada tanto se detenían en determinados puntos para apreciar el paisaje de la zona.

Mujica manejaba la camioneta blanca, que tenía como copiloto a Kim Hwang Sik, y en la que también iban el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, y una traductora coreana. Aunque el presidente parecía moverse por los campos con total libertad, su seguridad personal lo acompañaba en cada parte del trayecto que realizaba junto al primer ministro de Corea.

En total, fueron unos 20 minutos de recorridas por la zona, en los que Mujica le mostró la pastura y la naturalidad con la que se crían los ganados uruguayos en las praderas, a diferencia de lo que sucede en los países asiáticos.

La tranquilidad del campo sólo se vio alterada cuando los distintos medios de prensa, en medio de un gran tumulto, lograron alcanzar la camioneta blanca que manejaba el presidente. Para sorpresa del primer ministro coreano, Mujica se detuvo un momento a realizar declaraciones. "Le estoy mostrando la realidad de un país que tiene un singular valor", dijo el primer mandatario a los medios presentes. La idea de recorrer la estancia presidencial fue propuesta por el mismo presidente, quien decidió realizar la invitación luego de finalizado el almuerzo que se ofreció en el casco principal de la estancia.

Una vez finalizado el viaje en camioneta, Mujica esperó junto a Kim Hwang Sik al frente de la entrada principal del establecimiento que llegara el helicóptero que trasladaría al primer ministro hasta el aeropuerto.

Por su parte, Kim Hwang Sik agradeció el gesto de Mujica y de algunos de los ministros presentes de interrumpir sus licencias para recibir la visita oficial de la delegación coreana en Anchorena.

Sobre las 15.40 h, Kim Hwang Sik se despidió del presidente y se subió al helicóptero que lo transportaría a Montevideo, donde a horas de la tarde se reunió con el vicepresidente de la República, Danilo Astori.

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