El Ministerio del Interior pretende transformar las 18 chacras policiales que existen en todo el país en cárceles de mediana y mínima seguridad que permitirán dar alojamiento a unos 1.000 reclusos.
El titular de esa cartera, Eduardo Bonomi, dijo hoy que el Consejo de Ministros le dio "luz verde" para comenzar a trabajar en una "experiencia piloto" que implemente un "pueblo penitenciario en las chacras".
Bonomi participó de la investidura a Uberfil Monzón como nuevo presidente del Patronato Nacional de Encarcelados y Liberados y a Jaime Saavedra como director general.
El ministro dijo que se pretende que "la gente que tenga un comportamiento adecuado" pueda vivir y trabajar junto a su familia. Bonomi indicó que "vamos a hacer" este proyecto con el Instituto Nacional de Colonización, Mevir y el Ministerio de Ganadería.
SIN ALARMA. La secretaría del Interior también tiene pensado la liberación de unos 2000 reclusos, medida que fue criticada por miembros de la oposición.
Entre los presos que el Ministerio tiene en vista para liberar se encuentran aquellos que hayan cumplido los dos tercios de su pena y no tengan condena, los que tengan enfermedades terminales, las mujeres con embarazo a término o en los primeros meses de lactancia (tendrían prisión domiciliaria) y los primarios absolutos para quienes el fiscal haya pedido de seis meses a un año y que no tengan antecedentes como menores. Bonomi dijo hoy que se piensa en que estos últimos puedan cumplir tareas comunitarias.
Además, afirmó que "todo" estaría "controlado" por la Oficina de Seguimiento de Libertad Asistida o con brazaletes electrónicos. En ese sentido, resaltó que "el planteo no es para alarmarse".
Por su parte, el diputado colorado Germán Cardoso sostuvo que el gobierno del Frente Amplio aplicó esta medida en el año 2005 y resultó un "fracaso rotundo".
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