El pasado 29 de julio, el presidente José Mujica, al igual que varios ministros —incluido el comisionado parlamentario para el sistema carcelario Álvaro Garcé— recibió una carta firmada por titulares de instituciones empresariales de Maldonado pidiéndole que revea la decisión de convertir al penal Las Rosas en una cárcel regional.
Las Rosas está próxima a la ciudad de San Carlos y es uno de los centros penitenciarios con mayor hacinamiento: tiene 150 plazas y alberga a 513 presos, según datos de agosto de 2009 del comisionado parlamentario. Su ampliación consiste en dos nuevas cárceles "espejos" de 250 plazas cada una. La primera estará habilitada en breve y alojará a reclusos de Rocha y Lavalleja.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, salió hoy al cruce de las críticas hacia la idea del gobierno y pidió "coherencia" en las mismas. "Se plantea la oposición a la construcción de cárceles donde ya existen", dijo el jerarca afirmando su voz al mencionar las últimas dos palabras.
"Existe oposición en Maldonado", continuó, "donde existe Las Rosas, una bomba de tiempo que tienen hace 20 años", puntualizó. Bonomi dijo que la idea es sustituirla por dos cárceles más chicas, para la misma cantidad de reclusos y ocuparlas con los presos de menor seguridad. "Los que no son peligrosos", comentó al programa Arriba Gente de Canal 10. "A esta altura hay que ser coherente. Las cárceles no las quiere nadie. Pero no hay problema con que estén cerca de lugares turísticos (como Punta del Este) si se gestionan bien. Ésta que tienen ahora es una bomba de tiempo y si la queremos mejorar hay oposición; es un contrasentido", finalizó.
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