Unos 2.500 reclusos de cuatro cárceles iniciaron una huelga de hambre para reclamar el procesamiento de dos guardias de la cárcel de Rocha. La medida se tomó ayer, día en el que el Parlamento aprobó la Ley de Emergencia Carcelaria.
El lunes 12, unos 130 presos de la cárcel de Rocha habían iniciado una huelga de hambre para protestar por la muerte de 12 reclusos en el incendio ocurrido en la madrugada del jueves 8, en lo que se considera la mayor tragedia registrada en la historia carcelaria uruguaya.
Ayer, la medida se extendió a las cárceles Comcar (1.200 de los 3.100 presos), de Rivera (188 reclusos) y de Canelones (casi 1.000 detenidos). En forma simultánea creció la tensión en el Penal de Libertad, donde en los últimos días hubo varias quemas de colchones, dijeron a El País fuentes carcelarias.
Las "quemadas" de colchones, que los reclusos utilizan como forma de protesta, ocurrieron el lunes 12 en el 5° piso del Edificio Celdario y ayer en el Módulo C de las Latas.
En la medianoche del lunes 12, fueron derivados a centros asistenciales un recluso quemado y otro apuñalado. Además, a la una de la mañana de ese día, los guardias abortaron un intento de fuga.
Las medidas adoptadas por los reclusos coinciden con la aprobación de la Ley de Emergencia Carcelaria, que ayer tuvo sanción definitiva en el Senado con el apoyo de todos los partidos (ver nota aparte).
ROCHA. El recluso Ángel Sánchez, alojado en la cuadra 5 de la cárcel de Rocha, dijo que los 130 internos del establecimiento iniciaron una huelga de hambre en reclamo del procesamiento del encargado de la guardia y del efectivo que se encontraba a cargo de la apertura de la celda en la madrugada del incendio.
"Queremos que la ley sea pareja para todos. Nosotros cometimos un delito y fuimos encarcelados. Si los guardias actuaron con negligencia también deben ser remitidos", dijo.
Según Sánchez, los policías cuestionados se negaron a abrir la puerta. "El encargado de guardia dijo que la apertura de la puerta debía ser ordenada por el director de la cárcel, pero sabemos que es una mentira", aseguró a El País.
CANELONES. En tanto, los reclusos de la cárcel de Canelones también resolvieron iniciar una huelga de hambre. A su vez, decidieron no hacer uso de los recreos ni recibir visitas. El paquete de medidas de protesta fue comunicado oficialmente el lunes a las autoridades carcelarias, que ayer pasaron el día expectantes para garantizar la seguridad y calma de los reclusos.
Además de reclamar por lo ocurrido en la cárcel de Rocha, los reclusos de Canelones también exigen que los presos que hayan cumplido la mitad o los dos tercios de su pena sean excarcelados.
RIVERA. Los reclusos de la cárcel de Rivera se plegaron a la medida de protesta, y ayer iniciaron una huelga de hambre en señal de solidaridad por la tragedia ocurrida en Rocha, informó a El País el jefe de Policía Heriberto Fagúndez.
Las autoridades policiales departamentales informaron del hecho a la Justicia. Más allá de la medida de los reclusos, los responsables de la cárcel continuarán brindando los alimentos a los presos, aunque no los consuman.
80% en riesgo. En un informe entregado ayer al presidente de la Asamblea General, Danilo Astori, el comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Álvaro Garcé, advirtió que el 80% de la población reclusa del país (incluyendo mujeres privadas de su libertad y los niños que viven junto a ellas) corre riesgo de ser víctima de un incendio.
"La posibilidad de que se reiteren hechos similares al incendio de (la cárcel) de Rocha es muy elevada en todo contexto semejante", alerta Garcé en el informe, al que accedió El País, y del cual envió una copia al ministro del Interior, Eduardo Bonomi.
El comisionado parlamentario señala que las "ranchadas" (divisiones precarias que realizan con frazadas y nylon y que junto a la existencia de calentadores fue la causa del incendio en el centro de reclusión rochense) también existen en ocho de los diez módulos de la cárcel Las Rosas de Maldonado; tres de los pabellones de la cárcel de Rivera y en cuatro de los diez sectores del penal de Colonia, dice el informe.
En todos esos centros de reclusión existen serios riesgos de que se produzca una tragedia similar a la de Rocha en virtud de la "caótica acumulación, en lugares cerrados, de grandes cantidades de elementos combustibles, fuentes de calor y precarias instalaciones eléctricas", sostiene Garcé.
Por eso, recomienda a las autoridades la "inmediata sustitución" de las "ranchadas" en todas las cárceles, y en especial en las de Rocha y Maldonado. En cuanto al penal de Rivera, que en breve será instalado en otro local, plantea la necesidad de consultar a Bomberos sobre las medidas a tomar.
Garcé recomienda verificar que existan "los medios necesarios para la prevención y control de incendios en lugares de reclusión". Además, el comisionado parlamentario plantea que un plazo de 60 días, el Ministerio del Interior y la Dirección de Bomberos elaboren "un protocolo completo de actuación del personal en situaciones de emergencia carcelaria".
En cuanto a lo ocurrido en la cárcel de Rocha, Garcé señala que hay "relatos contradictorios", ya que mientras los reclusos dicen que hubo una demora excesiva de la guardia en prestarles asistencia; los policías niegan ese extremo.
Garcé relata que el funcionario encargado de las llaves del celdario indicó que "si hubiese recibido la orden de no abrir el pabellón en llamas, jamás la hubiera cumplido". La labor del "llavero" fue vital para que hubiera sobrevivientes, ya que "a riesgo de su propia vida liberó de las llamas a ocho internos".
También señala que la "escasez" de funcionarios policiales perjudicó el "éxito de la acción de rescate". Al momento del incendio había ocho guardias.
Ayer, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi - que hoy irá al Parlamento- se reunió con el jefe de Policía de Rocha, Alcides Caballero.
(Producción: E. González, P. Mango y F. Fernández)
"No trajeron las llaves", afirman
Ángel Sánchez es un recluso que se encuentra alojado en la cuadra 5, pabellón ubicado frente al celdario incendiado el jueves 8 en Rocha.
"El incendio ocurrió a las 3.30 horas de la mañana de ese día", relató a El País. "El `llavero` bajó enseguida y lo mismo hizo el encargado de guardia. Dijeron que no podían abrir la puerta de la cuadra 2. Dos veces bajaron y dos veces subieron y no trajeron las llaves del celdario", aseguró Sánchez.
En tanto, fuentes policiales de Rocha negaron que se hubiera producido esa demora e indicaron que las puertas se abrieron poco después de que un policía ubicado en una garita externa avisó que la cuadra 2 se incendiaba. Explicaron que los internos "desean el procesamiento de los encargados de la guardia porque son policías que se apegan al reglamento de la cárcel y eso no gusta" a la población reclusa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario