violencia de afuera

Rosario de la Frontera está estremecida por los 7 suicidios de jóvenes entre agosto de 2009 y el presente, tres de ellos la semana pasada. Mientras los expertos buscan respuestas, los padres controlan a los adolescentes, que se niegan a hablar.

Los adultos de Rosario de la Frontera están destrozados. Sin que nadie entienda las causas de la ola de suicidios entre adolescentes que hay en esa localidad de 30.000 habitantes, los padres son los que más se preocupan por lo que está pasando y podría tocarle a sus hijos.

"Estamos desesperados porque no sabemos cómo parar esto. Nunca hemos visto esta cantidad de suicidios", graficó el juez Mario Dilascio. Los expertos siguen varias pistas, todas poco claras. Por un lado, analizan una presunta instigación al suicidio por parte de un antiguo profesor de coreografía de la Escuela de Comercio, adonde iban tres chicas que se mataron. El docente habría difundido un video donde aparece desnudo simulando que se ahorca.

También estudian la posibilidad de que se trate del juego del "ahorcado" o "choking game", que se difunde por Internet y consiste en colgarse una bufanda o corbata azul al cuello y dejarse caer, entregado a lo que suceda con los nudos.

Otra hipótesis, tal vez la más fuerte, indica que los 7 suicidios desde agosto y los 16 intentos frustrados en los últimos días -según los números del diario salteño El Tribuno- estarían originados por lo que la ciencia forense denomina "imitación criminal": varios de los fallecidos sufrían problemas familiares y habrían decidido suicidarse al enterarse que otros adolescentes de su misma edad lo habían hecho. Esta hipótesis tiene como base el análisis de las circunstancias que rodearon a cada una de las muertes.

El varón que murió la semana pasada, por ejemplo, dejó una carta: "Yo quiero ser feliz. Necesito una familia". Sus padres estaban separados, estaba solo en la casa y no se conocía con las otras tres víctimas. Estos tres elementos abonarían la sospecha de la cuestión familiar como móvil del suicidio.

Una situación similar vivía Cristian, de 16 años, que intentó suicidarse el lunes y fue detenido por una prima que escuchó los gritos. "No me acuerdo qué pasó. Sentí un viento que me llevaba, nada más", contó al diario La Nación.

Ante semejante situación, los padres parecen ser los más preocupados. Según consignó el diario Clarín, muchos decidieron quitarles a sus hijos sus teléfonos celulares y no dejan el módem en casa cuando ellos no están. "Tiene prohibido el cyber y sólo puede usar la máquina si hay un mayor en casa", contó Raúl, padre de Nicolás. Otra madre, Laura Uribarri, decidió mandar a sus hijos a otra ciudad por el fin de semana, después que María José, de 13, le dijera algo que la dejó petrificada: "¿Ves la hamaca? Bueno, me voy a colgar de ahí".

También Pablo Maidana impuso sus reglas. Es el dueño del único cyber de la localidad, ese donde se supone que los chicos habrían mirado los videos instigadores. Contó a Clarín que desde hace una semana no deja que tipeen las palabras "juego de la muerte", "ahorcados" o sus derivados en los buscadores.

Los jóvenes no parecen contentos con esto. "Nuestros padres están obsesionados, no dejan de controlarnos. De repente sentimos que nos miran de una forma extraña, como si nos fuésemos a matar", contaron tres chicas de la Escuela de Comercio a La Gaceta de Tucumán. "¿Por qué tenemos que pagar nosotras por lo que hicieron unos cuantos?". La directora de la Escuela, María Luisa León, está convencida de que hay un "pacto de silencio".

Enfrentamiento con la policía deja dos muertos en Bariloche
BARILOCHE | Los enfrentamientos entre la policía y manifestantes en Bariloche, por un aparente caso de "gatillo fácil", dejaron ya tres muertes y una docena de heridos, además de 12 detenidos.

El detonante de los choques fue la muerte de Diego Bonefoi, de 15 años, que se produjo en la madrugada del jueves mientras escapaba de la policía junto con otros dos chicos sospechosos de haber robado. Un cabo alcanzó al adolescente y, en medio de un forcejeo, le dio un disparo en la nuca.

El ministro de Gobierno de la provincia, Diego Larreguy, dijo al canal de noticias TN que "no caben dudas sobre la participación del suboficial" en el fallecimiento de Bonefoi, y el gobernador Miguel Saiz dispuso separar de sus funciones al comisario que intervino en el operativo. Otros cuatro policías fueron forzados a dejar su cargo.

CHOQUES. Por segundo día consecutivo, ayer hubo incidentes de violencia entre los manifestantes y las fuerzas de control. El jueves, las protestas se saldaron con la muerte de 2 personas de 16 y 28 años, que recibieron disparos de bala, en medio de una severa represión policial contra decenas de vecinos que atacaron con piedras y palos la comisaría de la zona tras la muerte de Bonefoi.

Los incidentes se prolongaron durante varias horas y las autoridades se vieron obligadas a pedir refuerzos a la Gendarmería.

Ayer de mañana las marchas fueron frente a la comisaría 28, de donde eran los policías que participaron en el dudoso operativo del jueves de madrugada. De tarde los manifestantes tiraron piedras contra el frente de la Unidad Regional III de la policía e intentaron incendiar las puertas de la dependencia y de la municipalidad.

Los efectivos respondieron con gases lacrimógenos y disparos al aire, lo que produjo la corrida de varios encapuchados hacia la calle Mitre, principal vía de la ciudad, en donde rompieron varias vidrieras de comercios. La policía respondió con un centenar de efectivos en un radio de 500 metros alrededor de la comisaría y fue también a la zona el intendente de Bariloche, Marcelo Cascón.

Según consignó el diario Clarín, en medio del revuelo estaba Sandro Bonefoi, padre de la primera víctima. "Por favor, paremos esta guerra", pidió. AFP Y LA NACIÓN / GDA

4 muertes en apenas 2 meses
Entre agosto del año pasado y abril de este año hubo tres suicidios de adolescentes. Este año hubo 4 muertes y, según las autoridades, más de una decena de intentos frustrados.

El 7 de abril se quitó la vida Fiorella, una adolescente de 14 años. La encontraron en su casa con una bufanda azul ajustada al cuello. En la escuela de Comercio, sus amigas le dejaron un mensaje en su banco: "Fio! Te extrañamos mucho...pendex!!!" Lo firmaron "Peki, Eli, Maki, Koke y Ceci".

Casi un mes más tarde, el 5 de junio, Belén murió con una corbata que colgaba deshecha de su cucheta. En el piso su celular decía "Perdónenme. Los quiero mucho a todos". Tenía 13 años. Su hermana de 19, Débora, no logra explicarse lo que sucedió: "Ella era retraída, pero no tenía problemas ni en casa ni en la escuela", contó a Clarín.

El 9 de junio se ahorcó con una bufanda un chico de 16 de apellido Roldán. Estaba en la casa de sus abuelos y sus padres estaban separados. "Yo quiero ser feliz. Necesito una familia", decía una carta que dejó.

El 10 de junio se suicidó Macarena, una de las amigas que había firmado en el banco de Fiorella. Su padre salió a hacer un mandado y cuando volvió la casa estaba cerrada. Por la ventana la vio colgada en la puerta del baño. Tenía 14 años y su padre dijo que no tenían problemas familiares. La familia se mudó de la casa. "Cuando entro al baño, veo a mi hija muerta", contó a Clarín.

Además de los fallecimientos hubo varios intentos de suicidio protagonizados por chicos de entre 8 y 22 años, pero no se sabe exactamente cuántos.

Para comprender mejor la situación instalaron una comisión con personal del Ministerio de Salud, instituciones educativas, la Iglesia y psicólogos.

Familiares y amigos de los fallecidos hicieron ayer una marcha silenciosa en su nombre