apture

sábado, 19 de junio de 2010

albóndigas suecas


Estocolmo celebra con pompa la boda de la princesa heredera Victoria con su ex profesor de gimnasia, pese a que menos de la mitad de los suecos apoya la monarquía, según un sondeo publicado la víspera de un enlace al que acudirá la flor y nata de la realeza.

La capital de Suecia, conocida también como la Venecia del Norte por erigirse sobre un archipiélago bañado por el Báltico, constituye un entorno único para una fiesta nupcial, que comenzó a las 15:30 de Estocolmo.

Este acontecimiento es "mucho más importante que todos los organizados" por la Casa Real, recalcó este viernes Nina Eldh, directora de comunicación de la Corte.

Pero una encuesta realizada por el instituto FSI y publicada por el diario Dagens Nyheter aguó un poco la fiesta. Ya se sabía que el apoyo de la población a la Corona iba en declive, pero las últimas cifras hablan por sí solas.

Desde 1996, el número de suecos que estima que la monarquía es "algo bueno para Suecia" pasó de 70% a 46%, asegura el sondeo.

Además el número de los que piensan que es "algo malo" se duplicó en casi 15 años, de 10% a 25%, añade el sondeo, realizado entre marzo y abril pasado con una muestra de 1.800 personas de 18 a 79 años.

La popularidad de la realeza tampoco pasa por su mejor momento ya que cayó del 69% al 40%, según el mismo sondeo.

Esto no impidió reunir a 1.200 invitados, entre los que destacan las familias reales, sobre todo europeas, que ocupan la primera fila.

Los festejos comenzarán el viernes por la noche, con un concierto en honor a la pareja.

Después de la ceremonia en la catedral, el cortejo real, en carroza y barco, visitará las islas. Será el mayor recorrido jamás realizado en la historia de la monarquía sueca, precisó el coronel Richard Beck-Friis Häll del Estado Mayor real, a cargo de la coordinación.

Unos 6.000 hombres velarán por la seguridad en 7 kilómetros a lo largo de los cuales veinte fanfarrias "entretendrán" al público, adelanta.

Unos veinte buques anclados en las bahías de Estocolmo completarán el paisaje.

Los organizadores de esta boda histórica no han dejado nada al azar e incluso instalaron ocho puestos de acogida para niños perdidos. "Siempre es un problema cuando hay mucha gente en la ciudad", explica el coronel.

No se podrá circular por el centro de Estocolmo y unos bloques de hormigón prohibirán el acceso de los vehículos a las calles adyacentes al recorrido.

El temor de que se repita una tragedia como la ocurrida el año pasado en Holanda, cuando un conductor empotró su coche contra el cortejo real causando siete muertos, trae de cabeza a las fuerzas de seguridad suecas.

Desde hace semanas se respira en Suecia la agitación previa a una boda de estas características, entre polémicas, programas de televisión en directo y venta de todo tipo de recuerdos de los novios, la princesa Victoria, de 32 años, y Daniel Westling, de 36.

Pese al poco entusiasmo que despierta la monarquía en los suecos, un sondeo publicado también este viernes da la razón en un 70% a la princesa Victoria de que haber elegido a su padre, el rey Carlos XVI Gustavo, para acompañarla al altar, y no su futuro marido, el plebeyo Daniel Westling, como querían las feministas, la Iglesia de Suecia y la tradición.

La Princesa se casa el mismo día que sus padres y varios de sus antepasados. El 19 de junio "es una fecha que se ha vuelto algo mágica para esta familia", explicó Göran Alm, director de la Biblioteca del Palacio Real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario