
El presidente José Mujica reconoció hoy que hay un aumento de violencia e inseguridad en el país, que no es producto de la "pobreza material" sino espiritual y de la falta de valores. Pidió a los medios de comunicación que no abusen de su libertad en pos del sensacionalismo y el rating, y "que sean un producto para la conciencia y no sólo para el mercado".
José Mujica volvió a referirse hoy, en su audición radial de M24, a los problemas de violencia e inseguridad en el país, al afirmar que no son producto de la pobreza sino de la falta de empatía y conciencia que estamos generando en la sociedad, reclamando a los medios de comunicación que asuman la responsabilidad de ser los grandes transmisores de valores en esta época. Les pidió que no descuiden este rol por el lucro y el rédito que da el sensacionalismo.
El mandatario comenzó destacando la libertad de opinión -entre la que incluye la libertad de prensa- al expresar que "ninguna libertad es más importante que la de pensamiento, que constituye la columna central de todas las libertades humanas posibles".
Sin embargo, según afirmó la "libertad de opinión no debería separarse nunca de la responsabilidad social, porque la responsabilidad social no es un producto de mercado. No es un algo que se pueda comprar en la farmacia. Es una cuota ineludible (...) para construir eso que nos rodea: el medioambiente social para nuestra vida".
Esa libertad, para Mujica, puede ser fundamental en la formación de materia de valores para la vida colectiva de la nación. "Sin embargo, cuando esa libertad de opinión se acota y se ve estrechada por un espíritu nada más que de lucro, en realidad lo que era libertad se esclaviza por el mercado y cae en el sensacionalismo en lugar de propender a una construcción educativa ciudadana".
"Así degenerada la libertad de opinión atrás del lucro, poco importa la verdad, la conciencia de los ciudadanos, y lo que importa es la audiencia. Las consecuencias que tiene eso son secundarias, porque la gran puntería es el lucro", manifestó.
Mujica reconoce luego que si bien Uruguay es el país más igualitario y seguro de América Latina, nuestro continente es el más inseguro de todos. Y se preguntó cuáles son las causas de que aumente la violencia en nuestra sociedad.
"Si tomamos como parámetro para medir la cantidad de asesinatos cada 100.000 habitantes, todos sabemos que aquí en el Uruguay el problema de la seguridad se agrava si comparamos con nuestra historia. ¿Esto es consecuencia de que somos más pobres? ¿Acaso tenemos más desocupación? ¿Estamos materialmente destruidos? No. Entonces, las causas de este aumento de inseguridad son múltiples, juegan muchos factores. Algunos señalan la consecuencia de la crisis del 2002, el desastre del tejido social, otros hablan de la droga y otros de la sociedad de consumo o la desarticulación de la familia o la falta de madres de tiempo completo. En explicaciones hay de todo. El hecho es que todos vemos cómo se mata la gente. Vemos muchachos que podrían ser nuestros hijos con los ojos vidriosos y las manos violentas por las calles (...) Y todavía encima les cae desde las vidrieras que los triunfos en la vida son fáciles, que el esfuerzo y el trabajo poco valen", afirmó.
Los medios y la responsabilidad
En este panorama, Mujica criticó un artículo publicado días atrás en la prensa, que informaba sobre lo que ganan las bocas de venta de pasta base en comparación a los comercios "legales".
"Hace un par de días, uno de los periódicos, en grandes títulos, pretendía informar -y sacaba cuentas- que se ganaba más con una boca de pasta base que con un almacén de barrio, con la diferencia de lo que había que trabajar. Hacía un análisis comparativo y terminaba dando recomendaciones, diríamos recomendaciones laborales, sobre cómo se debía trabajar una boca de pasta base, como vender de noche porque no se puede allanar o tener el grueso de la mercadería lejos, etcétera. Tenemos que hacer esfuerzos por ser un poco mejores con nosotros mismos y pretender que la sociedad sea mejor", criticó.
En cuanto a la delincuencia, opinó que "claro que hay que reprimir". "Esta batalla contra la masificación del delito, contra la violencia que ha aparecido en la rapiña, necesita represión cada vez más pensada, preventiva, inteligente, afinada, pero no alcanza con eso", agregó.
"Es combatir la enfermedad, pero hay que combatir el camino que lleva a eso. Tenemos que difundir otra cosa, hay que hablar con los niños y los muchachos, tener más relación de adultos que ayudan a ver. Los medios de comunicación deben ayudar en esto, deben colaborar, deben cultivar el espacio público social. Deben volcar -no ocultando información- sino dando información que muestre algo útil. La verdadera propaganda es la que deja algún valor a quien la recibe", dijo el presidente.
Hay que transmitir que "en definitiva, el delito no paga, y que la vida y la liberad son un valor que no tiene precio. Esta es la aventura de la vida, es el bien superior, maravilloso, y debemos cuidarla".
"No es pobreza de bienes materiales lo que tenemos. Tenemos una pobreza adentro porque lo único que cuenta es el sensacionalismo. Estamos prisioneros de una sociedad de lucro, y solamente hay herramientas válidas si las desarrollamos en los valores de nuestra conducta y nuestra cabeza. Pero esta es una tierra fértil que precisa mucho trabajo. Necesitamos que todos seamos un poco docentes y cultivemos el ejemplo para la gente más tierna que nos rodea".
"Nada vale como ese medioambiente social, y esto hay que lograrlo con el esfuerzo consciente y disciplinado de todos. La prensa, en todas sus formas pero sobre todo la audiovisual, tiene mucho por hacer. Le toca utilizar un espacio público, recursos que son públicos. Debiera retribuir con algo a ese espacio público que tiene la suerte de poder usufructuar, utilizando parte de su sabiduría, que es mucha, y de su energía, no sólo como un producto para el mercado sino como un producto para la conciencia de nuestra gente".
Publicidad oficial
Semanas atrás, Mujica despertó polémica al insinuar en una reunión que podía recortar la publicidad oficial en los medios que se dedican en forma demasiado evidente a la crónica roja.
Según declaró el propio Mujica a Búsqueda en su edición de hoy, el mandatario pretende que la publicidad oficial se destine a financiar campañas que difundan valores en contra de la delincuencia, del mismo modo que se hace hoy en día contra el tabaquismo, por ejemplo.
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