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domingo, 17 de julio de 2011

cerrando el pico


Mientras el diario Olé asegura que "estamos muertos, futbolísticamente hablando", hay medios que elogian a Muslera, otros que sostienen que "Uruguay abusó del juego brusco" y que su única herramienta fue la pelota quieta, y periodistas que le pegan a Batista: "no entiende nada, pero nada de nada". Olé

"No sólo hay que echarle la culpa a Muslera. No basta con decir que el arquero de Uruguay tapó todo, que le sacó goles a Higuaín o alguno a Messi. No, la Selección no supo cómo ganarle a la Celeste y se tuvo que bancar el "un minuto de silencio para Argentina que está muerto" de los hinchas rivales. Y sí, estamos muertos, futbolísticamente hablando", inicia la crónica del diario deportivo Olé.

Añade que la albiceleste sufrió "otra vez un cachetazo, ahora en casa, contra una selección que jugó con experiencia, con confianza, sin el peso de llevar la responsabilidad. Una selección que aprovechó el penal de ventaja (el que erró Tévez en la definición) y festejó a lo grande en en Santa Fe".

El análisis critica a un equipo argentino que "en 48 minutos con un hombre más no supo ni pudo meterle uno a un Uruguay zorro, con dos delanteros bárbaros como Forlán y Suárez (corrieron, pelearon, generaron faltas y peligro), la experiencia de Lugano y la noche lúcida de Muslera".

Al arquero le dedicaron un artículo aparte, titulado "Muslera blindado", donde asegura que "Argentina tenía un hombre de más, iba e iba, pero se encontraba contra un paredón, un muro que no dejaba que la pelota ingresara. El encuentro estaba 1-1 y Fernando Muslera, nacido en Buenos Aires pero uruguayo por adopción, estuvo muy afilado para que su arco no sufriera una victoria del equipo de Sergio Batista".

"Un tiro libre de Carlos Tevez, el rebote de ese mismo disparo a Gonzalo Higuaín. Que a Javier Pastore, que a Lionel Messi, que a éste, que a aquel. Muslera blindado, señores. La yapa llegó en el final, donde se dio el lujo de atajar el único penal errado en la serie: el Apache se tomó la cabeza y Uruguay, claro, accedió a semis", concluye. Crónica y Clarín

En el comentario de diario Crónica, señala que "Argentina fue claramente superior con la pelota en movimiento y llamativamente inferior en las jugadas de balón detenido, única herramienta explotada por los uruguayos".

"Con la igualdad decretada, Argentina se transformó en claro dominador del juego, con una rápida recuperación por parte de Mascherano, una buena distribución de Gago en el inicio de cada jugada y la velocidad de Messi. Aunque le costó generar situaciones frente al arquero Muslera, el equipo de Batista redujo al mínimo al equipo uruguayo, que abusó del juego brusco para emparejar el desarrollo", agrega.

En el resto del análisis critica a Burdisso y Milito por la cantidad de faltas cometidas sobre los delanteros uruguayos, que le permitieron a la celeste seguir complicando con la pelota quieta. Además, marca la dependencia de Messi para generar jugadas de gol, aunque sin reconocer mayores virtudes en el próximo rival de Perú en la Copa América.

Según Clarín, Diego Pérez pudo ser expulsado a los dos minutos cuando el paraguayo Carlos Amarilla lo amonestó. En general todos los medios coinciden en esta apreciación, inclusive el nuestro. Por el contrario a la lógica, el seleccionado uruguayo no se vio debilitado por la expulsión. Con uno menos supo acomodarse bien, con cuatro defensores, tres volantes y dos delanteros. Y con la fórmula del primer gol supo cómo complicar. Sí, con la pelota parada. Diego Lugano lo tuvo con un cabezazo, pero el disparo pegó en el travesaño. Fue en uno de los tantos centros al área de Argentina que Uruguay supo ganar", agrega.

Otros periodistas

Para Daniel Arcucci, columnista de La Nación, el equipo argentino "siempre bailó en los extremos del sueño y la pesadilla, desde sus individualidades extraordinarias hasta sus errores infantiles o a su funcionamiento precario".

"Nos hemos acostumbrado, en todos estos años, a explicar derrotas, más o menos injustas, más o menos justificadas, pero siempre lacerantes", y enumera las Copas de 1995, 97, 99, 2004 y 2007, al igual que los Mundiales de 1994, 98, 2002, 2006 y 2010.

"Y ésta va más allá de las atajadas de Muslera, extendidas hasta la definición. Si se llegó hasta aquí fue porque se empezó como se empezó en La Plata, cuando la expresión futbolística invitó a recordar Sudáfrica y la inexistencia de un equipo, allá y acá. Si el empate con sabor a derrota ante Colombia fue una ratificación de aquella idea, el triunfo contra Costa Rica no fue más que una oportunidad para recuperar la sonrisa con cautela. Si la derrota emocional con Uruguay se toma livianamente como "una experiencia necesaria camino al gran objetivo, que es el Mundial" estaremos caminando otra vez por la cornisa", comenta en un artículo titulado "la triste costumbre de explicar frustraciones" con una visión sumamente autocrítica.

Fernando Niembro también se refirió a la eliminación, y fue durísimo en las críticas hacia el equipo. "Pongamos a Razzotti, un tipo que tiene hambre. El cinco de Vélez que te come los talones. Pongamos el espejo de Uruguay. Basta de tiempo libre para los jugadores, si no les gusta, que se vayan. Mucho auto importado, muchas chicas. No digo que estén con ellas, pero basta de todo eso. Concentraciones larguísimas para el seleccionado". "El entrenador no entiende nada, pero nada de nada. Ha chocado una Ferrari de último modelo. Tenemos que pensar en un técnico que les haga chas chas en la cola a los futbolistas, y en futbolistas del medio local. Estos no están a la altura de las circunstancias", opinó dentro de un extenso discurso el afamado comentarista argentino.

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