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miércoles, 22 de junio de 2011
la gran epopeya
Esta noche, Peñarol tiene una cita ineludible con la historia. A partir de las 21.50 y en el Pacaembú de San Pablo, el carbonero tendrá la chance de volver a subirse a la cima continental después de 24 años. Aguirre apelará a los once soldados de siempre para encarar la batalla decisiva, en pos de sumar la sexta estrella.
Llegó el día. Tras 24 años de espera, Peñarol tiene hoy la chance de volver a subirse a la cima de América. En el estadio Pacaembú de San Pablo, donde ganó la Libertadores de 1961, el carbonero intentará agrandar su leyenda. La sexta estrella de la historia está a un triunfo de distancia.
"Nos queda dar este último paso y estamos ilusionados de poder cerrar esta campaña espectacular con el título", remarcó el técnico Diego Aguirre a Ultimas Noticias.
EL EQUIPO DE MEMORIA
Este Peñarol versión 2011 tiene muchas cosas de los equipos de antaño. La alineación de este Peñarol se recita de memoria, como sucedía con los conjuntos de antes. Es que el técnico logró amalgamar un equipo sólido y ordenado, que le da garantías de éxito. Es por eso que esta noche, pese a llegar con un par de soldados golpeados, Aguirre apelará a la oncena de siempre para encarar la batalla decisiva. Juan Manuel Olivera arrastra un fuerte traumatismo en su hombro derecho, pero no se bajará del equipo: será anestesiado para aguantar el dolor, aunque no infiltrado, técnica que descartó el Dr. Alfredo Rienzi (jefe de la sanidad aurinegra). Luis Aguiar también apelará a los calmantes para poder olvidarse, por unas horas, de la pubalgia que arrastra, al tiempo que Alejandro Martinuccio ya está recuperado de la pequeña molestia de tobillo que padecía. De esta forma, Peñarol tendrá a Sebastián Sosa en el arco; Alejandro González, Carlos Valdez, Guillermo Rodríguez y Darío Rodríguez en defensa; Matías Corujo, Luis Aguiar, Nicolás Freitas y Matías Mier en el mediocampo; y Olivera junto a Martinuccio en ataque. Con esta misma oncena titular, Peñarol definió todas las series eliminatorias de la Copa: dejó por el camino a Internacional en Porto Alegre (en octavos), a la Universidad Católica en Santiago (en cuartos de final) y a Vélez Sarsfield en Liniers (en semifinales).
Aguirre sorprendió a todos en Mendoza, cuando armó -por primera vez- la oncena de esta noche. Peñarol se jugaba su futuro en la fase de grupos del certamen continental y el DT excluyó al capitán Antonio Pacheco para apostar por la inclusión de Martinuccio en la ofensiva. La apuesta salió redonda (Peñarol venció 3-1 a Godoy Cruz) y Aguirre siguió apostando a los mismos jugadores. Hoy, para encarar el partido más importante de los últimos 24 años de Peñarol, no variará.
LAS CLAVES DEL ÉXITO
¿Qué tiene Peñarol para aspirar a ser campeón de América? Este equipo no desborda virtudes técnicas, pero sí mucho amor propio y voluntad. Aguirre diseñó un equipo muy ordenado tácticamente, que basa su trabajo en una defensa sin fisuras, un mediocampo batallador y una delantera rápida e incisiva. La defensa de Peñarol tiene una enorme virtud, de cara a este último partido: todos sus elementos andan bien. Alejandro González exhibe cada vez más solvencia para defender el lateral derecho; Valdez demuestra, partido a partido, que es uno de los mejores zagueros del fútbol uruguayo; Guillermo Rodríguez es una máquina de restar pelotas en el fondo y Darío Rodríguez es el guerrero incombustible, que con 36 años impone su experiencia ante rivales más rápidos y jóvenes. Por si esto fuera poco, Sebastián Sosa ha encontrado una regularidad en el arco que ha sido clave en algunos partidos, como en la final de ida.
En el mediocampo, se destaca el doble "5" que forman Aguiar y Freitas. El primero es el lanzador del equipo, el hombre cuya precisión abastece a los delanteros. Y el segundo es el todoterreno del equipo, que muerde, marca, hace las coberturas y tapa todos los espacios posibles.
Y en ofensiva, Martinuccio y Olivera se complementan a la perfección. Uno es rápido y encarador (Martinuccio); el otro es un goleador nato, que pivotea a la perfección y que bien asistido, es letal (Olivera).
Con estas armas, Peñarol va a la conquista de América... por sexta vez en su historia.
LA CANCHA ESTÁ EN MALAS CONDICIONES
Los jugadores de Peñarol entrenaron ayer por espacio de una hora en el estadio Pacaembú, donde mañana se jugará el título de la Libertadores. El estado del campo de juego es malo: el césped no es uniforme y presenta varios pozos. Ultimas Noticias ingresó a la cancha y pudo comprobarlo.
El movimiento fue liviano y tuvo la participación de todos los futbolistas del plantel, incluido Jonathan Urretaviscaya, quien mostró estar totalmente recuperado de la última contractura padecida. Juan Manuel Olivera, por su parte, se entrenó con un vendaje en su hombro derecho. El Dr. Alfredo Rienzi, jefe de la sanidad aurinegra, confirmó que no lo infiltrará. "Le vamos a dar calmantes para que cese el dolor, pero no pensamos infiltrarlo, porque no creemos que esa sea una solución. ¿Si el jugador lo pide? Ahí lo veremos, pero yo no soy partidario de la infiltraciones", confesó el galeno a Ultimas Noticias.
Con tranquilidad y con el aplauso del grupo de hinchas que observó la práctica, los futbolistas de Peñarol se fueron del Pacaembú, con la promesa de volver esta noche… ¿para levantar la Copa?
ASÍ SE DEFINE: SI EMPATAN, DEBERÁN JUGAR UN ALARGUE
Si Peñarol y Santos igualaran en los 90 minutos de juego, se disputará un alargue de media hora. Y si allí no se rompe la paridad, el campeón se definirá por penales. Vale recordar que en la serie final de la Libertadores no rige la ley del gol de visitante, por lo que es lo mismo que empaten 0-0, 1-1 o 2-2. En todos los casos se jugaría una prórroga, dividida en dos tiempos de 15 minutos.
La última final que ganó Peñarol fue en alargue. En 1987, venció 1-0 a América de Cali en Santiago de Chile, con un gol agónico de Diego Aguirre.
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