Unos 25.000 soldados japoneses registraban terreno pantanoso la víspera con la ayuda de postes delgados y despejaban escombros, en un operativo masivo para buscar los restos de unas 12.000 personas desaparecidas en el terremoto y tsunami del mes pasado.Se trata de la tercera operación militar de búsqueda desde el desastre del 11 de marzo, que destruyó edificios, arrasó con pueblos enteros y habría dejado 26.000 muertos a lo largo de la costa nororiental de Japón.
Al retirarse las aguas, las autoridades esperan que las cuadrillas, que también incluyen a policías, guardacostas y militares estadounidenses, hagan progresos significativos durante la operación de dos días. Para el lunes por la noche habían sido hallados 38 cadáveres.
En el pueblo de Shichigahamamachi, dos decenas de soldados caminaban al mismo tiempo sobre áreas anegadas y enlodados charcos de agua, hundiendo delgadas barras de metal unos 60 centímetros (dos pies) en el suelo a fin de asegurarse que no dejaban de detectar algún cuerpo hundido bajo la superficie.
La búsqueda se concentraba en unos pantanos drenados en semanas recientes por miembros del 22 regimiento de infantería del Ejército, valiéndose de bombas en cisternas especiales.
Varias decenas de soldados despejaban montañas de escombros con las manos frente a un vecindario situado en la playa y lleno de viviendas dañadas. Cuatro personas del barrio siguen desaparecidas, dijo Sannojo Watanabe, de 67 años. "Allí estaba mi casa", afirmó, señalando hacia unos cimientos al descubierto. Y mirando a su alrededor musitó: "No queda nada".
En total, unos 370 soldados del regimiento buscaban a una decena de personas aún desaparecidas en Shichigahamamachi. El regimiento había estado peinando la zona con un contingente mucho más reducido, pero triplicó el número para la operación de búsqueda de dos días, consignó el coronel Akira Kun itomo, comandante del regimiento.
La búsqueda es mucho más difícil que la de las víctimas del terremoto, que en su mayoría estarían debajo de los escombros, indicó Michihiro Ose, portavoz del regimiento. El maremoto podría haber esparcido a las víctimas por doquier, e incluso haberlas arrastrado al mar.
"No sabemos dónde están los cadáveres", destacó. Es probable que los cuerpos que se hallen después de tantas semanas del desastre estén irreconocibles, negros e hinchados, agregó Ose.
"Ni siquiera sabríamos si son hombres o mujeres", precisó.
Un total de 24.800 soldados, con el respaldo de 90 helicópteros y aviones, fueron enviados para peinar los escombros en busca de restos humanos sepultados, mientras que 50 embarcaciones y 100 buzos de la marina buscaban en las aguas sobre una extensión de 20 kilómetros del litoral a fin de hallar a aquellos que fueron barridos hacia el mar.
"Ha pasado más de un mes desde que ocurrió el catastrófico terremoto y el tsunami, pero aún hay mucha gente desaparecida", puntualizó el portavoz del Ministerio de Defensa, Norikazu Muratani. Se ha confirmado que más de 14.300 personas han muerto y casi 11.900 siguen desaparecidas.
En una primera pasada de búsqueda exhaustiva los militares hallaron 339 cadáveres y en una segunda vuelta encontraron otros 99, destacó Muratani. El número de los restos hallados el lunes todavía no estaba dicho
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