"No tengo empacho en confesar mis chifladuras: sigo siendo socialista", expresó el presidente electo ayer ante más de 100 periodistas extranjeros y corresponsales durante la última conferencia de prensa que ofreció en la víspera de su asunción.
Distendido pero no tan bromista como de costumbre, José Mujica mostró su reconocimiento con la sociedad uruguaya por haber confiado en él y haber dejado atrás los "estereotipos". Se refería, dijo, "a la cabeza de algunos".
Ante el interés de los periodistas extranjeros sobre su pasado "guerrillero", explicó:
"Estoy hablando de la década del 60, hace 50 años. Un mundo distinto. Teníamos la revolución como modelo. Aquella vieja novia tenía un punto muy atractivo que sigue siendo conmovedor: encontrar un mundo mejor, con una parte de utopía que era ucronismo (sic)". Ahora, dijo, no puede "ver al socialismo peleado con la responsabilidad"Así, en tono confidente y reflexivo, se refirió a la dictadura y volvió a agradecer a los uruguayos. "Los hombres, que somos conservadores, solemos quedarnos con fotos y nos cuesta ver la película completa, pero mis compatriotas no se quedaron con el estereotipo del guerrillero, aunque somos tangueros y nostalgiosos".
Mujica se definió a sí mismo como un "agricultor y campesino del alma", filosóficamente "socialista".
Respecto a su asunción como presidente, destacó que "esta es una etapa gloriosa, pero no es el fin de la historia".
Freddy Bernárdez, de la agencia de noticias AFP, presente en la conferencia, comentó que la denominación de socialista le causó "un poco de gracia" ya que, en realidad, los uruguayos no ven al presidente entrante con ese perfil.
Bernárdez relató a El País que en un momento de la reunión percibió cierto "nerviosismo" de los guardias de seguridad ante el periodista del programa argentino Caiga Quien Caiga (CQC) que "se estaba arrimando mucho al estrado".
Pero su pregunta fue más leve de lo que el resto esperaba. Le cuestionó si no temía sentirse discriminado por los demás mandatarios, que usan autos de lujo. Mujica respondió muy sonriente: "Pero querido, mis concepciones personales, mi manera de pensar y hasta mis chifladuras son muy orgullosamente nuestro modo de ser, pero renunciamos a juzgar a los demás o a pretender que se empadronen con modelos. (...) Tengo amigos de todas las clases sociales a los que respeto enormemente. Eso sí, no acepto que se metan con mi vida".
En ese sentido aludió a su austeridad personal, que "significa una lucha desesperada por mantener la libertad".
"Austeridad no es tacañería, (es) una forma de preservar nuestra libertad individual y ser menos dependientes de las obligaciones económicas", explicó Mujica, quien para la ocasión lucía uno de sus trajes nuevos diseñados por Gabriel Muto. (Ver nota en página 7).
Prioridades. Durante la hora y media que duró la conferencia, se dedicó a anunciar las prioridades que guiarán su gobierno. La eliminación de la indigencia, la reducción de la pobreza a la mitad, y el aumento del conocimiento y la cultura serán los puntos más importantes, dijo.
El próximo mandatario adelantó que para cumplir esos objetivos hará acuerdos puntuales por fuera de su fuerza política. "Nadie nos va a controlar mejor que la oposición y ese control beneficia al país", alegó.
Mujica también se refirió al relacionamiento con los países de la región. No faltaron las alabanzas al presidente Luiz Inácio Lula da Silva: "Un político muy superior" con "la habilidad de gobernar ese continente (Brasil) sin mayoría parlamentaria". Por otra parte, no ocultó su simpatía hacia la candidata oficialista, Dilma Rousseff.
"Argentina es un país que me cuesta considerarlo como extranjero. De nuestra parte tenemos la mejor voluntad para solucionar este problema", afirmó en alusión al conflicto por la fábrica de pasta de celulosa.
Mujica mencionó a Ecuador entre sus prioridades, y destacó que con ese país está empezando "algunas políticas de acercamiento y complementariedad", sin dar mayor información. "Cómo me gustaría que una colonia indígena ecuatoriana se estableciera en Uruguay", expresó, y agregó en voz baja: "aunque, ya sé, tengo contras".
Hubo consultas respecto a la reunión bilateral con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton. "Uruguay quiere tener las mejores relaciones con Estados Unidos y así se lo haremos saber", aseguró por su parte Danilo Astori, que compareció junto a Mujica.
El vicepresidente electo respondió las preguntas económicas sobre el Mercosur, aunque no agregó elementos novedosos. Habló de lograr mayor acceso a los mercados, de eliminar las trabas arancelarias y corregir las asimetrías. También reclamó que los fallos del Tribunal de Controversias del bloque sean debidamente acatados.
Definición: "No tengo empacho en confesar mis chifladuras: sigo siendo socialista".
"Mis compatriotas no se quedaron con el estereotipo del guerrillero".
"La felicidad es barata pero no se compra. Tengo amigos de todas las clases sociales".
"Austeridad no es tacañería", (es) una forma de preservar nuestra libertad".
"Esta es una etapa gloriosa, pero no es el fin de la historia".
Astori, de bajo perfil
En la mitad de la exposición, José Mujica pidió un té con edulcorante y Danilo Astori, que se mantuvo de brazos cruzados y en segundo plano, pidió un café. Intentando pasarle la posta al silencioso vicepresidente electo, Mujica exclamó: "¿Será posible que algún periodista nos haga alguna pregunta sobre economía, por favor?".
Invitó a la prensa a "vivir en Uruguay"
Más de 100 periodistas italianos, franceses, brasileños, argentinos y ecuatorianos asistieron a la conferencia de prensa que José Mujica otorgó a los medios extranjeros ayer, en el Palacio Legislativo.
El mandatario electo aprovechó la presencia de los corresponsales extranjeros para invitarlos a residir en Uruguay: un "país tibio" en el que "podrían vivir 50 millones de personas" pero que es "casi una aldea".
Tras esa breve introducción sobre Uruguay, "una nación bastante republicana", comenzaron las preguntas. No había traductor, así que los periodistas se dirigieron al presidente electo en español.
La sala estaba casi colmada. "Mujica es un personaje muy apetecible para la prensa extranjera", consideró el representante de la agencia de noticias francesa AFP, Freddy Bernárdez.
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