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jueves, 24 de septiembre de 2009

en las trincheras


Tabaré Vázquez se reunió el miércoles con nueve jefes de Estado y de gobierno de los principales países contribuyentes de tropas a las Naciones Unidas, a pedido del presidente estadounidense, Barack Obama. Allí el mandatario uruguayo señaló que se debe corregir el importante desfasaje en las contribuciones financieras, mejorar el diálogo entre los diferentes actores que participan en las Misiones de Paz de la ONU e implementar medidas para proteger al máximo las vidas de los civiles inocentes.

El mandatario dijo que en esa reunión se destacó el valor histórico de Uruguay en cuanto a disponer sus efectivos militares y policiales para las Misiones de Paz. A su vez, enfatizó que los efectivos uruguayos y el país tienen una muy buena experiencia en el tema, por lo que han podido realizar aportes tanto en la preparación como en el terreno en donde se desarrollan las misiones.

Para el presidente uruguayo, las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas (OMPs) son trascendentes “por su sustancia, ya que cada operación del mantenimiento de la paz de la ONU es un testimonio del compromiso colectivo de la comunidad internacional en su conjunto”.

Vázquez indicó que en este momento el sistema de operaciones de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas atraviesa momentos difíciles, debido al aumento de la cantidad de cascos azules requeridos y de la complejidad de las misiones planteadas.

Por esa razón, el mandatario señaló tres desafíos: fortalecer el sistema, hacerlo más efectivo y adaptar las misiones a la realidad actual.

En relación al fortalecimiento del sistema, dijo que en el corto plazo se deberá “corregir el importante desfasaje en las contribuciones financieras a las Operaciones, algo que a los países en desarrollo nos afecta particularmente”, apuntó.

A su vez, resaltó que se debe aumentar la participación de los países que ya están en las misiones e incorporar a los que no están. “Para atraer más tropas y para mejorar el equipamiento que estas utilizan se deben mejorar las condiciones ofrecidas”, añadió. El presupuesto de las operaciones de paz ha crecido y hoy dispone de alrededor de 8.000 millones de dólares. Sin embargo, “si bien esta es una suma considerable, representa sólo el 0,55% de lo que fue el gasto militar global de 2008 que ascendió prácticamente a 1.5 billones de dólares, según el Instituto para la Paz de Estocolmo”, continuó Vázquez.

Con respecto a hacer más efectivo el sistema, el presidente indicó que se debe aumentar y mejorar la calidad del diálogo y la interacción entre el Consejo de Seguridad, la Secretaría y los países contribuyentes de tropas, en todas las etapas de una operación de paz.

En ese sentido, dijo que la convocatoria de los Países Contribuyentes de Tropas (TCC’s) al Consejo de Seguridad con suficiente antelación a la renovación del mandato de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití y la invitación que recibimos de Japón para participar en el grupo de trabajo del Consejo de Seguridad sobre Operaciones de Paz, “son iniciativas saludables que esperamos se conviertan en práctica habitual”.

Sobre el tercer desafío, el presidente se refirió específicamente a la protección de la población civil inocente. Dijo que los civiles tienen derecho a ser protegidos y que es un tema “inexcusable para todos los Estados Miembros y, especialmente, para los contribuyentes de tropas”.

Recordó a los presentes que en la Primera Guerra Mundial de cada 10 muertos, nueve eran soldados, pero ahora de cada 10 muertos en una guerra, ocho son civiles. También afirmó que para que haya una protección adecuada no se puede mandar a los efectivos a realizar misiones de paz con "un tenedor y un escarbadientes", sino que deben estar correctamente equipados.

Para el mandatario, en este asunto el Consejo de Seguridad es quien ha llevado el liderazgo, pero “no se debe subestimar importancia de lograr el más amplio apoyo posible a esta cuestión, en la que están en juego las vidas de personas inocentes y la credibilidad de las Naciones Unidas”, agregó.

Vázquez enfatizó que una base de apoyo más amplia, “no sólo redundará en una mayor legitimidad y menor resistencia a que estas acciones se lleven a cabo, sino que generará un mayor compromiso entre todos los actores involucrados en la implementación”.

Al final de su exposición, el presidente uruguayo señaló que “el mundo perfecto no existe. Pero entre todos podemos construir un mundo mejor”.

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