Un inmigrante uruguayo de 56 años, Luis Beltrán La Rosa Conde, falleció por omisión de asistencia el pasado 25 de julio en el municipio tinerfeño de Adeje después de sufrir un infarto mientras hacía obras de reforma en un bar de playa Paraíso y que su jefe lo abandonara en la calle para no verse comprometido, según ha denunciado su hijo, Pablo La Rosa. La Guardia Civil ha abierto una investigación por su muerte.
En declaraciones a Radio Club Tenerife, La Rosa ha asegurado que su padre hacía obras en un bar cuando sufrió el ataque arrastrándolo a la vía donde falleció sobre las 16.15 horas.
"Y este hombre decía no, no, no que hay que sacarlo de aquí, y el chico colombiano ese salió corriendo y este hombre lo arrastró hacia fuera sin problema y mi padre era una persona bastante grande, medía casi 1,85", argumentó el hijo del fallecido.
Ante la mirada de numerosos testigos, el empresario -"un antiguo policía nacional"- prefirió sacarlo a la calle antes de que se conociese que "bajo su responsabilidad" trabajaba una persona en situación irregular.
El inmigrante irregular, además, había trabajado en otras ocasiones para el propietario del bar, según admitió Pablo La Rosa, que indicó que desde hacía un par de semanas hacía obras en este bar propiedad de un "ex policía".
"Le ha hecho varios trabajos a él, le ha tomado para hacer unos cuantos trabajitos ahí y bueno, hacía un par de semanas que estaba haciéndole reformas en el bar", aclaró el joven.
"En principio murió de un infarto pero también habrán visto algo anormal con hematomas y demás porque es normal que una persona de tantos kilos al arrastrarlo es un peso muerto, ¿no?" insistiendo en que moverán cielo y tierra hasta que se sepa toda la verdad.
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