boca sucia
A raíz de una carta que comenzó a circular en Facebook y que se difundió rápidamente en las redes sociales, Victoria Rodríguez se tomó unos minutos de su programa "Esta boca es mía" para realizar un descargo público.
La misiva, escrita por un habitante del barrio Colón, acusaba a la conductora de estigmatizar dicho barrio en su primer programa de "Esta boca es mía" que versó sobre violencia e inseguridad.
"Sé que está en el manual de muchos medios de comunicación eso de no contestar a las críticas, pero yo no soy así, entonces me siento en el deber y en mi derecho de contestar", comenzó Rodríguez en su programa del jueves.
"A este señor no le contesté la carta porque está escrita desde la ironía y desde el prejuicio. Me subestima cuando me dice que está escrita con respeto. Me achaca una intencionalidad que no es cierta. Yo nunca dije que Colón era un barrio marginal, nunca dije que era una zona roja", expresó.
La conductora dijo que una pregunta suya sobre "cómo puede vivir así la gente" de Colón, a raíz del testimonio concreto de una comerciante del barrio, fue sacada de contexto.
"Mucha gente se sumó a esta carta, estoy convencida que muchos sin haber visto el programa. Esta carta está escrita desde la mala disposición a escuchar e interpretar. ¿Por qué me tomo la molestia de contestar? Porque me importa todo el mundo, porque trabajo para el público general", señaló.
Rodríguez dijo ser víctima de una "ola de agravios e insultos y comentarios llenos de odio y rencor".
"Hay una aparente impunidad en las redes sociales, donde cualquiera dice cualquier cosa de cualquiera. ¿Y saben qué? No está bien. Y no es justo. Yo soy la primera en celebrar las críticas constructivas, pero no estas que parten de un lugar muy diferente", continuó."Entiendo que a veces se tiene que buscar un chivo expiatorio para todas nuestras frustraciones personales, pero no. Yo podré no gustarte como comunicadora, ¿pero agredirme como persona? ¿acusarme y acosarme? No. Hoy me crucifican a mí, mañana va a ser a otro. Y está bien decir que no es justo, me parece que es noble y es valiente", apuntó.
"Yo sé por dónde viene esto, viene de un prejuicio con el que he tenido que batallar desde que empecé a trabajar. Nunca voy a pedir perdón por no haber nacido en un barrio marginal, no voy a pedir perdón por haber recibido una buena educación, no voy a pedir perdón porque en algunos aspectos de mi vida me vaya bien. Todo lo contrario. Por eso y porque soy conciente de ese privilegio, honro la vida laburando, me rompo el lomo, como vos y como cualquiera. Tengo dos hijos, soy jefa de familia, desde los 14 que me gano el pan y nadie me regaló nada. Entonces no tengo por qué aceptar acusaciones de este tipo, que me estén dando con un caño porque un muchachito, que vaya a saber sus razones, interpretó lo que quiso interpretar, sacó de contexto", concluyó con la voz quebrada.La carta original, que recibió más de 4200 "me gusta" y fue compartida más de 2.500 veces.Estimada Victoria Rodríguez:
Vos te preguntarás por qué te escribo. Mirá, trataré de ser lo más franco y directo posible: estoy un poco cansado (y no sólo yo, aunque no voy a hablar por los demás, lo voy a hacer a título personal).
Sucede que hace seis años que vivo en el barrio Colón, en el Complejo Habitacional América, en el cual viven aproximadamente unas 1500 familias, es decir, somos miles, miles que te recordamos bien. ¿Querés que te cuente por qué?
Hace un tiempo condujiste un programa, cuyo nombre no recuerdo, en el cual cierta vez se emitió un informe sobre el "tristemente célebre Complejo América". Sí, así lo llamaste, así catalogaste al lugar en el cual vivimos miles de personas: tristemente célebre. ¿Y creíste que las palabras quedaban impunes? No, desde entonces te tenemos presente. ¿Y te acordás de aquel informe? Te lo recuerdo: vinieron a buscar a un vecino que dio un testimonio sobre la violencia en el barrio, y mientras este hablaba mostraban imágenes del Complejo. ¡Pero qué imágenes! Agarraron una pared que estaba demolida y un salón comunal en mal estado, y los filmaron de todas las formas posibles. Así construyeron mediáticamente al Complejo América. Así. Una comunidad, más grande en población que muchas ciudades del interior, fue reducida a un par de paredes feas y a un testimonio. Y eso está mal, Victoria. Eso no se hace. Tomaron una parte mínima de la realidad y la hicieron pasar por el todo (como si yo me basara en la entrevista que le hiciste a la esposa del delincuente Bush, durante la cual fuiste tan genuflexa, para decir que sos una mala comunicadora, servil, cosa que no diría jamás, porque vos, aparte de esa tristemente célebre entrevista, hiciste muchas cosas buenas... imagino).
Todo aquel episodio mediático me dolió; quedó en mi memoria como una tristemente célebre anécdota. Nada más. Y, por decirlo de algún modo, te perdoné, me olvidé en buena medida de aquel desgraciado momento televisivo. Hasta que ayer volviste a la carga.
Ayer, lunes 28, trataste en tu programa "Esta boca es mía" (lo conducís, deberías hacerte cargo) el tema de la inseguridad/violencia, ¿y recordás con qué barrio ejemplificaron todos los dramas sociales del país? Sí, Colón, barrio al que consideraste especialmente marcado por la inseguridad, al punto de que te preguntaste: ¿cómo hace la gente para vivir en Colón?
Nada, vivimos. Y por eso te escribo, Victoria, para que vengas a darte una vuelta por Colón y veas cómo vivimos, cómo hacemos para vivir acá.
Tenemos dos pies, dos ojos, familia y amigos, algunos hasta tienen auto o camioneta. Hay quienes salen a trabajar de madrugada y estamos los que estudiamos. Hay jubilados que juegan a las cartas y un imponente jardín de infantes que se inaugura en breve. Podés toparte con algunos chorros, sí, pero no son más que los que podrías cruzarte en tu barrio. No sé qué más decirte. Animáte. Vení a hacer turismo aventura y a conocer Colón. Y ya que vas a andar por el barrio, veníte hasta el Complejo América, acercáte al tristemente célebre y comprobá con tus propios ojos nuestra triste celebridad.
Victoria, en serio, pensálo. Tu programa es violento porque la frivolidad, la exclusión y la ignorancia son violentas. Dejen de estigmatizar en la tele, te lo pido a vos y se lo pido a tus colegas. Dejen de marcar barrios. Modifiquen su lenguaje. Lean más. Sean menos brutos. Recurran más a sociólogos y menos a la farándula. En serio, Victoria, pensálo, porque los estereotipos que ustedes arman son los que mañana llaman a combatir.
Te espero en Colón para tomar unos mates, Victoria. Dale, animáte a venir. Te juro que más allá de Carrasco y Pocitos hay vida.
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