Nacional derrotó a Peñarol 3-2, mantuvo el liderazgo de la Tabla Anual y dejó a su eterno rival fuera de carrera. Los carboneros estuvieron dos veces arriba en el primer tiempo, pero un golazo de tiro libre de Recoba le dio al tricolor la ventaja definitiva para volver a ganar el clásico de atrás.
Nacional ganó el segundo clásico de la temporada en un partidazo, mucho mejor que el del Apertura y con una intensidad pocas veces vista en los últimos años. En un encuentro en el que pasó de todo, el tricolor tuvo el gran mérito de no terminar perdiendo el primer tiempo aun jugando muy mal, y en el segundo dio una lección de personalidad aguantando la diferencia para concretar una victoria que sacó de carrera por el Campeonato Uruguayo a su rival de todas las horas. De aquí al final del Clausura, el equipo de Gallardo sabe que su objetivo será sostener la renta de dos puntos en la Tabla Anual para llegar con ventaja en la definición ante los violetas.
El partido arrancó con todo, mejor para Peñarol de lo que el propio Da Silva podía esperar. Zalayeta peleó una pelota en el área, el balón le rebotó claramente en el brazo tras el despeje de Rolín, y derivó en Mora. El Pulga, habilitado, estrelló su remate en el caño y estuvo más rápido que todos para seguir a la carrera y anotar recogiendo su propio rebote. Corrían apenas 50 segundos y la polémica estaba instalada. El esférico dio en el brazo izquierdo del delantero aurinegro, pero Martín Vázquez interpretó que no hubo intención.
Tras esa tempranera apertura del tanteador, los mirasoles tomaron el dominio en los 10 minutos siguientes. Empujando mucho y lanzando a los dos laterales al frente, se posicionó en territorio de un elenco albo que finalmente ubicó a Scotti como lateral y pocos metros delante de él a Israel Damonte en posición de número ocho. Recién a los 11' llevó peligro el bolso al área rival, con un par de envíos aéreos. Justamente por esa vía llegó al empate pisando el cuarto de hora.
Un tiro libre desde el sector izquierdo del ataque generó una peinada de Porta que encontró los dos brazos arriba de Albín. Vázquez acertó en cobrar el penal y amonestar a Albín, y el Canguro no perdonó rematando fuerte al medio. Sin embargo, apenas 10 minutos le duró la alegría a Nacional. Aguiar le robó la pelota a Damonte por izquierda y puso un centro para la definición espectacular de Zalayeta desde el borde del área. El mejor delantero de Peñarol la calzó de aire y festejó el gol más que cualquier otro en su carrera.
Tras esa sucesión de emociones, donde también hubo una clara mano de Medina en su área omitida por la terna arbitral, el trámite se cayó en un pozo durante un cuarto de hora. Siguió siendo igual de mal jugado, pero hasta perdió en emotividad e intensidad. Mientras los dirigidos por Gallardo trataban de ir nuevamente por el empate, sufrieron la lesión de Jadson Viera en el tendón rotuliano a raíz de una entrada durísima de Zalayeta que debió ser, al menos, amonestación. El nacido en Livramento salió con muchísimo dolor, entró en su lugar Pablo Álvarez como lateral y Scotti se desplazó a la zaga.
Sin poder generar por abajo, Nacional volvió a insistir por arriba y empató, mostrando las falencias que desde hace fechas arrastra su eterno rival. Un corner de Viudez ejecutado al primer palo encontró la peinada de Porta y la aparición solitaria en el área chica de Píriz, ante la atenta mirada de Valdez y Darío Rodríguez. El volante central de gran rendimiento por su enorme despliegue, le puso la cabeza a la asistencia del Canguro e hizo delirar a la Colombes para el 2-2 con el que se fueron al descanso.
Le faltaba fútbol a Nacional, y para eso mandó a la cancha Gallardo a Recoba a los 7' del complemento, en sustitución de Medina. Y en la primera que tocó el recién ingresado, frotó la lámpara y volvió a dejar en claro que la magia sigue intacta. De una falta totalmente innecesaria de Valdez sobre Damonte, el Chino hizo un golazo. Con zurda le dio con mucho efecto al palo del arquero Gelpi, de floja reacción, y puso el balón pegado al vertical. Por primera vez pasó al frente el bolso y rápido estuvo Gallardo para poner a Cabrera por Damonte, quien estaba a punto de recibir su segunda amonestación.
Esa variante, la tercera introducida por el director técnico argentino, le impidió mandar a la cancha un cambio cuando a los 22' salió Porta conmocionado por un choque casual con Rodrigo Mora. Semi inconsciente, volvió el Canguro a la cancha sin saber dónde estaba parado, mientras Peñarol todavía no había movido el banco. Da Silva mandó a la cancha a Maximiliano Pérez por Aguiar a 20 minutos del final y quedó con tres delanteros netos, mientras los tricolores bancaban como podían con un 4-3-1-1, más Porta.
En el tramo final, regaló pelota y terreno Nacional invitando a su rival a atacarlo. El carbonero apretó los dientes y chocó contra la pared, ya sin la claridad que exhibió en algunos lapsos no demasiado prolongados de la primera etapa. Pocos entendieron el cambio de Freitas por Cristóforo, y casi da resultado el ingreso de Santiago Silva, quien conectó un par de cabezazos que obligaron a Bava a realizar las mejores atajadas del encuentro a los 88' y 90'.
Mordiendo en cada pelota, con Rolín y Scotti muy firmes en la zaga, un correcto partido de los laterales, Recoba aguantando la pelota arriba y Píriz ganando todas las divididas, ya no recibió más goles Nacional a pesar de la expulsión de Darwin Torres a los 89' y llegó al pitazo final de Vázquez ganando, para regalarle a su hinchada una emoción tan fuerte como la tremenda lluvia que cayó sobre el Centenario. Como en el Apertura, de atrás y con la zurda del Chino, lo dio vuelta y sacó de competencia a su rival de todas las horas. chistesito:
Una mujer fea le dice a un hombre ebrio: , -
borracho-y el borracho dice- sí, pero lo mío se me pasa mañana.
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