viernes, 18 de mayo de 2012

dificil de superar


Da ganas de llorar, porque las estadísticas marcan que somos el país más seguro de América Latina y sin embargo todos sabemos que estamos retrocediendo en cuanto a nuestra historia. Son muchos los compatriotas con miedo en la gran ciudad, y esa sensación es legítima, hay que reconocerla", afirmó José Mujica.En su audición radial de M24, el presidente José Mujica volvió a referirse al tema excluyente de la semana en nuestro país, la inseguridad ciudadana y la percepción de la delincuencia.
Para el mandatario, "no hay duda posible que la violencia hoy recorre toda América Latina". "Sobra información de esta estrujada América, que mientras ha mejorado en términos relativos la economía, y ha habido progreso, no cabe duda que la vida en las grandes ciudades es un peligro por la masificación creciente de la violencia de todo tipo de relaciones humanas".
Para Mujica, no sólo hay mucha violencia junto al delito, sino que "se extiende por todas partes en el conjunto de la sociedad, como en las relaciones familiares, lo deportivo, relaciones padre-hijo, cónyuges". "Estamos perdiendo el más humano de todos los derechos, el de la seguridad y la paz para vivir, y aún hay que señalar que esta pérdida es mucho más dramática para las familias pobres, pequeños comerciantes, y trabajadores humildes. Estos son los que pagan el peor costo en esta creciente inseguridad", agregó.
El mandatario considera que las causas, como en todo fenómeno social importante, son múltiples. "Algunas es muy posible que se arrastren desde hace mucho tiempo, pero no cabe duda que este clima -y nos importa señalarlo- genera mucho dolor y tiende a volcarnos a reacciones primitivas a cada uno de nosotros, como el sentimiento de querer aplastar, arrasar, destruir y esto obviamente se transmite en una sociedad donde estas cosas corren por todos los canales de información y deformación paralelos que pueda haber".
"Eso que hemos visto absortos en estos días, lo de entrar tirando para que te respeten (en alusión al crimen de La Pasiva y las declaraciones del homicida confeso), es algo inconcebible. Si la voy a quedar, parece que nos quieren decir, tengo que intentarlo antes. Sin embargo, juzgar estas evidencias, ponernos a juzgar tiende a dividirnos y este es uno de los peores problemas" reflexionó el mandatario.
Represión y reinserción
Mujica analizó luego las posibles reacciones ante el incremento de la violencia. "Unos, con sus razones válidas, piensan que el no resistir, no armarse, no es en el fondo otra cosa que favorecer la acción de la delincuencia. Otros aseguran por el contrario que las respuestas tienden a incrementar la espiral ascendente de la violencia. La verdad es que es probable que ambas visiones tengan un algo de razón, y como siempre no tienen todal a razón. Unos quieren más autoridad, más castigo ejemplarizante. Otros piden represión pero acción social intentando la recuperación", opinó.
"Los indicadores comparativos que podemos usar para medirnos con otras sociedades dan ganas de llorar, porque nos están gritando que Uruguay es el país más seguro en esta pobre América Latina, y nos vende afuera y nos eligen por ello, y nos felicitan, y sin embargo todos sabemos que estamos retrocediendo en cuanto a nuestra historia, en cuanto a lo que éramos Son muchos los compatriotas con miedo en la gran ciudad, y esa sensación es legítima, hay que reconocerla. ¿Qué nos está pasando? Esta es la gran pregunta", afirmó, reflexionando luego cómo no es la pobreza la causa de esta violencia, ya que los indicadores económicos han mejorado.
"Hay mucho más dinero, más poder de compra, mucha gente ha logrado escapar de las duras garras de la opbreza extrema. Se ha incrementado el consumo hasta que por momentos da la sensación de derroche, pero sin embargo por aquí y allá hay bolsones que quedan retrasados, que contemplan la fiesta consumista como si estuvieran del otro lado de la vidriera, envidiando a los que pueden consumir", agregó Mujica.
El presidente cree que en la compulsión del consumo puede encontrarse parte de la explicación de la actitud de algunos delincuentes, aludiendo a la "realidad social, terriblemente marketinera, con imágenes y siembras por aquí y allá, que dan la imagen que la felicidad es igual a consumir y consumir, renovando y consumiendo algo novedoso. No debe extrañarnos, para nada, que el hacé la tuya no sea patrimonio de los más pudientes, sino una conducta muy generalizada".
Mujica criticó la falta de empatía de nuestra sociedad actual, en la que "pulula el no te metas, no te comprometas, hacé la tuya". Para el presidente "esto no es cosa sólo de la Justicia y la Policía, es de todos"." La vigilancia en el marco de la sociedad para andar derechos, la mano tendida donde haga falta, la represión inteligente donde sea inevitable, son cosas de nuestra responsabilidad. Es obvio que por el tamaño de la tarea lo peor que podemos hacer es dejar sólo esto en manos de la Justicia y la Policía, porque el clima social no lo arreglan ni la Policía ni la Justicia. No quiere decir que no necesitemos Policía eficiente y Justicia severa, es obvio, pero no alcanza, porque en definitiva hay que recuperar el clima de la paz, lugar por lugar, y necesitamos amplísima colaboración de toda la gente y no podemos darnos el lujo de dividirnos como nación", opinó, asegurando que en temas de inseguridad el gobierno estña escuchando a "la gente que tiene inciativas, venga de donde venga, y juntando y pensando estamos haciendo democracia con la oreja, aceleradamente".

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