Peñarol goleó 4-0 a Caracas de Venezuela por la primera ronda de la Copa Libertadores en el Estadio Centenario, y ante más de 45.000 personas dejó su clasificación casi abrochada para la fase de grupos. Después de un penal atajado por Carini, llegaron los goles de Freitas, Zalayeta, Joao Pedro y Estoyanoff.
Peñarol cumplió con creces el objetivo en este primer partido de la primera fase de la Copa Libertadores, y sólo una catástrofe futbolística en Venezuela lo dejaría fuera de la fase de grupos. Nacional de Medellín, Godoy Cruz de Mendoza y Universidad de Chile ya tomaron nota de este equipo, que tuvo la virtud de golear y no recibir goles aun sin haber jugado del todo bien.
¿Cómo? ¿El carbonero ganó 4-0 y no jugó bien? En realidad no del todo. Si bien tampoco lo hizo mal, lejos estuvo de brillar, y la diferencia del score no refleja ni cerca el trámite de un cotejo donde arrancó impreciso y nervioso, y en el que los visitantes tuvieron situaciones claras para al menos anotar un par de tantos.
De un pase de Aguiar y la lucha de Mora peleando en las alturas con los defensores, le quedó la primera clara a Zalayeta, pero su disparo a quemarropa y de frente al arco fue atajado y sin rebote por Renny Vega.
Con Estoyanoff contenido insistía el manya en buscar por su sector, el derecho, pero el lateral Briceño de a poco empezaba a lucirse con el Lolo. La otra alternativa era saltearse el medio y tirar pelotazos, ya que en la primera parte Cristóforo no tomó la manija del fútbol como en los encuentros de verano y Aguiar alternó buenas y malas intervenciones, más allá de que con el correr de los minutos levantó. El mejor, por pelearlas todas, era Mora.
En defensa, sin problemas Peñarol hasta que poco antes de la media hora los venezolanos tuvieron las dos más claras. Víctor Ferreira desbordó con facilidad a Juan Álvez y dejó el gol a pedir de Jesús Gómez, quien le remató al cuerpo a Carini. Alejandro González capturó el rebote, no vio detrás suyo a Ferreira, y cuando éste le punteó el balón le cometió un clarísimo penal. Edgar Jiménez le pegó cruzado y Carini despejó al córner, luciéndose con la especialidad de la casa.
El penal atajado, resultó ser un mojón anímico dentro del partido. Empezaron a perder los volantes caraqueños y Peñarol fue al frente con más decisión. De un tiro de esquina mal cobrado, que debió ser saque de arco para el conjunto visitante, llegó el primero a los 35'. Le pegó Aguiar al área, el delantero Uribe la peinó mal hacia atrás, y apareció solo Freitas por el segundo palo para poner un certero frentazo directo a la red.
Apenas tres minutos después, la tozudez de Mora tuvo su premio. El riverense robó un balón increíble en la salida venezolana a Julio Machado, y dejó a Zalayeta de cara al gol para que tocara suave ante la salida desesperada del arquero. En un abrir y cerrar de ojos, Peñarol empezaba a encaminar la serie y se iba al descanso con un 2-0 que era una exageración cotejándolo con el trámite.
Para la segunda mitad, no tuvo respuesta Caracas y el elenco mirasol controló mejor. Freitas se devoró el mediocampo, mejoraron con la pelota Cristóforo y Aguiar, y hasta Darío Rodríguez se animó a soltarse por izquierda. Sin embargo, fue de un pelotazo que llegó el tercero. Un centro frontal para Zalayeta encontró una mala salida de Vega, pelota rebotada con el arco libre y toque suave pero certero de Joao Pedro, quien había sustituido a Mora.
El brasileño tomó la manija del fútbol, hizo correr mejor la pelota en tres cuartos de cancha, y participó en la jugada que terminó en el cuarto tanto a los 71'. Un remate suyo rebotado llegó a los pies de Estoyanoff, y el Lolo fusiló con un derechazo cruzado. A esa altura, ya era partido liquidado contra un equipo que en el complemento sólo inquietó con un tiro libre de Otero que se estrelló en el travesaño.
En el fondo no tuvo problemas el mirasol, con Álvez y Valdez en gran nivel, Freitas fue patrón en el medio y los de arriba mejoraron en el cuidado y tenencia de la pelota. Así, jugando los 10 minutos finales con superioridad numérica por la expulsión de Fidel Pérez, Peñarol redondeó un 4-0 mucho más categórico desde las cifras que en el juego, y que marcó su obsesión por seguir jugando la Copa.
Montevideo Portal
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