¡Tuya, hectárea!

Subir algo la exigua tributación de la tierra, pagar tres o cuatro dólares más por hectárea en las grandes superficies no es ninguna hecatombe o descalabro", dijo José Mujica, argumentando que el impuesto es para pagar la necesidad de infraestructura que generó el propio agro. "No se puede traspasar esto al trabajador urbano".El presidente José Mujica justificó hoy, a través de su audición radial en M24, su polémico proyecto de elevar la carga tributaria para los propietarios de tierras superiores a las 2.000 hectáreas.

La propuesta generó un cruce con la oposición y una tensa situación con el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, que no fue consultado al respecto.

Mujica comenzó su audición radial destacando algunas medidas de los productores rurales en Nueva Zelanda, que en ocasiones han decidido ellos mismos pagar por medidas de infraestructura necesarias, y enrabó el tema con el crecimiento del agro en el país en los últimos años.

"En este Uruguay tan peculiar, donde todo ha crecido en materia de volumen y productividad rural, todos sabemos que tenemos una crisis fenomenal de infraestructura, porque hemos crecido súbitamente mucho por las cantidad de toneladas que han crecido, por la cantidad de granos que hay que transportar", dijo el presidente, destacando que el propio buen momento del agro generó deterioros que deben ser subsanados mediante obras de infraestructura.

"Tenemos una enorme crisis de crecimiento. Nos pasan estas cosas porque hemos crecido. Hay carreteras atestadas de camiones y se destruyen. Por todas partes hemos crecido. La tierra multiplicó su valor varias veces en pocos años, con un fenómeno explosivo de la valoración de la tierra", agregó, explicando que en los precios que ha alcanzado la carne en el exterior lo dejan estupefacto, ya que superan en algunos casos a Australia."Lo cierto es que una de las consecuencias de este fenómeno, que es evidente, es que hay que invertir una fortuna en caminos, puertos, en vías, en todo lo que es infraestructura, porque por ahí es donde nos apretan las necesidades", dijo. "Hemos recurrido jurídicamente hasta donde podemos a la asociación público privada para hacer frente a estas evidentes necesidades. Hemos puesto todo lo que podíamos del presupuesto general de la nación, pero no alcanza. Necesitamos muchos más recursos. Es en este marco de necesidad objetiva que tiene el país, que el presidente ha trazado una línea simple, fijada como un rumbo, que necesita afinarse", dijo el mandatario, pasando a explicar la propuesta.

Poniendo estaba la gansa

La idea es "pedir algún aporte adicional a los padrones rurales más grandes, los que superan 2.000 o 2.500 hectáreas, que son los más grandes beneficiarios del enorme crecimiento del país. Se trata de subas más que demoradas para un país con tributaciones bajísimas de la tierra. Es Presidencia la responsable de trazar este rumbo ante necesidades evidentes y lacerantes, porque no se debe exigir esfuerzo tributario adicional a los trabajadores urbanos, a las ciudades, si el problema de la infraestructura está originado por el aumento productivo del marco rural", explicó.

No a las detracciones

"Sin embargo, porque todo en la vida tiene límites, tenemos muy claro que no debemos afectar el ánimo inversor, que es el que empuja a la inversión y el aumento constante de la productividad. Hablando en términos sencillos, si hoy la tierra paga tres o cuatro dólares por año, hablamos de aumentos similares, no de una explosión impositiva que afecte la rentabilidad. Hablamos de aumentar una recaudación para reinvertirla en los costos formidables en materia de infraestructura. Claro que hay que hacer estudios, y eso hay que hacerlo con las carteras, con Economía, con Agricultura", señaló el mandatario.Mujica aseguró que estos proyectos de ley deben ser discutidos por el Parlamento y laudados antes de que llegue la primavera.

"Subir algo la exigua tributación de la tierra, pagar tres o cuatro dólares más por hectárea, no creo que sea ninguna hecatombe o descalabro, es posible, más cuando es necesario para invertir en los gastos de infraestructura que nos ahogan", dijo, aunque reconoció que "la actividad agropecuaria es de alto riesgo, por el clima y los precios, que no se pueden dominar".

"Si metemos la mano en el bolsillo cuando va bien, habría que bajarlos cuando les va mal. Preferimos la neutralidad, no intervenir. Por eso estamos en contra de las detracciones a la producción", aclaró, explicando que su proyecto no se trata de eso.

"Si queremos tener infraestructura moderna, hay que pagarlo e invertir, y eso no baja de los cielos. Eso tiene que salir del bolsillo de la gente, y nos parece justo que la tierra que multiplicó su valor pague algo, un poco más por cada hectárea, y hablo de las grandes propiedades", dijo Mujica, que además manifestó que "sería bueno que quien aporta pudiera controlar cómo se gasta".