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domingo, 14 de noviembre de 2010

tarjeta invalida


Cajeros automáticos sin servicio y tarjetas de crédito y débito bloqueadas fue el saldo de un problema informático de Antel que entorpeció la comunicación digital entre las redes comerciales. Todo en medio de una fiebre consumista en los shoppings.

Una clienta de una tienda de ropas de Punta Carretas Shopping estuvo tres horas esperando que la compañía administradora de su tarjeta de crédito le autorizara una compra que había hecho. Es sólo un ejemplo de lo que provocó el caos informático que se desató ayer en un día de consumo masivo por una jornada de descuentos que los principales centros comerciales de la capital ofrecieron a sus clientes.

El problema informático se generó tras la caída de seis de las 12 centrales de la empresa estatal de telecomunicaciones Antel y afectó también a los cajeros automáticos ya que obstruyó la comunicación digital que existe entre esta central con las distintas redes bancarias, explicó a El País el gerente general de Banred, Edgardo Cortaza.


Los cajeros electrónicos de Banred presentaron dificultades para operar en, al menos, las zonas de Pocitos, Parque Batlle, Carrasco y el Centro.

El director de Antel, Carlos Guariglia, reconoció que se trató de "un problema grande" el que registró ayer.

Tanto Guariglia como el centro de operaciones de la empresa estatal no brindaron más detalles sobre el inconveniente, sino que se limitaron a decir que los técnicos estaban trabajando para resolverlo.

Sobredemanda. Por su parte, Marina Espino, gerenta ejecutiva del Banco República, señaló que el funcionamiento de los cajeros Redbrou fue "normal", pero indicó que hubo una sobredemanda de dinero, sobre todo por las rebajas que realizan los shopping y algunos locales de Montevideo.

Además, los paros que se vinieron llevando adelante en la banca pública en los últimos días también originaron una presión extra de los usuarios en busca de dinero en la red de cajeros del Banco República.

Usuarios que tuvieron problemas para operar dijeron ayer a la edición digital de El País que los inconvenientes fueron varios. En algunos casos los cajeros avisaban estar fuera de servicio, en otros anunciaban no poder completar la operación requerida y, algunos llegaban, incluso, a retenerles la tarjeta.

Christian, del barrio Jacinto Vera, relató que "no sólo estaban fuera de servicio los dos cajeros Banred de Tienda Inglesa de Propios", sino que tampoco pudo pagar sus compras con tarjeta de débito, "porque también está caído el sistema de comunicaciones con Visa o los bancos".

En tanto los de Redbrou de varias zonas de Montevideo y en algunos departamentos del interior del país como Canelones y Cerro Largo, no tenían efectivo, al parecer, por sobredemanda.

Lectores de El País digital reportaron inconvenientes en varios barrios y algunas zonas de Canelones y Cerro Largo. Por ejemplo, Andrés, de Río Branco, contó que el cajero del BROU se quedó sin dinero y fuera de servicio. "Y en un cartel ponen como alternativa que los cajeros más próximos son en Melo y en Treinta y Tres. Es una tomada de pelo", protestó.

Las autoridades de Antel aseguraron ayer que sobre el fin de la tarde el problema estaría resuelto. Sin embargo anoche los cajeros todavía presentaban problemas en sus servicios.

Consumo. Las compras con tarjetas de crédito también registraron dificultades durante buena parte de la tarde. Los problemas tuvieron relación con las fallas de Antel, pero también ayudó un factor inusual para que la comunicación se saturara: la sobredemanda que hubo en la jornada de descuento de los principales shoppings de la capital del país. Esto fue admitido a El País por ejecutivos de esos centros comerciales.

La promoción que convirtió a los shoppings en un hormiguero de gente consistía en un descuento del IVA en cada compra. Pero además, las tarjetas de crédito ofrecían descuentos adicionales que iban desde el 10% hasta el 18%.

Las rebajas fueron un imán para los montevideanos que ignoraron el espléndido día de sol y se internaron en los pasillos de los centros comerciales para hacer compras. Eso sí, tuvieron que ir armados de paciencia.

Había que hacer cola para entrar a una zapatería, cola para hacer compras en una tienda deportiva, cola para tomar un helado, cola hasta para subir a una escalera mecánica.

El movimiento fue totalmente inusual. Karina, encargada de la sucursal de la zapatería To-To en Punta Carretas Shopping, dijo que nunca había visto algo igual, ni en los días previos a las fiestas tradicionales. En ese local y en muchos otros, tuvieron que bajar las rejas de seguridad y limitar el ingreso de los clientes porque se vieron, literalmente, desbordados.

Una fila muy larga para hacer compras
Cincuenta personas hacían fila ayer para entrar a una tienda deportiva en Montevideo Shopping. Un número similar esperaba para ingresar a un local de perfumes y accesorios. A los clientes no parecía importarles la espera: los descuentos lo eran todo. "Te das cuenta que me ahorro hasta $ 600 con estas rebajas", comentó uno de los que hacia la fila. Se iba a comprar championes. Muchas de las tiendas optaron por limitar el ingreso de los clientes para evitar una avalancha. Los hacían entrar en tanda o les daban números, como en una panadería. Algunos locales tuvieron que reforzar su personal con funcionarios de otras sucursales para atender una demanda que comenzó bien temprano y fue sostenida durante todo el día.

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