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sábado, 24 de julio de 2010

hospital publico

Las emergencias de los hospitales públicos de Montevideo funcionan casi al límite de sus posibilidades. En el Clínicas sigue el cierre técnico y se derivan pacientes. En el Pereira Rossell aumentaron consultas por cuadros respiratorios.

Es un clásico de todos los inviernos: bajan las temperaturas, suben las consultas médicas de urgencia y se saturan las puertas de emergencias de los hospitales públicos.

En el Hospital de Clínicas la situación llegó a un extremo que obligó al cierre técnico del área de emergencias, que tiene su capacidad colmada y no recibe nuevos ingresos de ambulancias. Sólo atiende a los pacientes que allí están internados (hay 13 camas de CTI disponibles) o a aquellos que llegan por sus propios medios. La mayoría de las situaciones a atender son propias de estos crueles días invernales: cuadros respiratorios, neumonías e hipotermias. Estos casos se suman a los usuales pacientes politraumatizados por accidentes varios.

La situación del Clínicas deriva en la sobrecarga de las emergencias de los otros hospitales públicos. Tanto el Maciel como el Pasteur trabajan al borde de su capacidad. El jueves, se pudo ver una fila de hasta cinco ambulancias esperando a ser atendidas en la puerta del Pasteur.

La emergencia de ese centro asistencial es referencia nacional en el ámbito público. Allí se atienden a unas 44.000 pacientes por año; ninguna emergencia del país atiende más personas que el Pasteur, que cuenta con 16 camas y unos diez funcionarios por turno en esa área.

En el Maciel también se advierten episodios de saturación de servicios. Fuentes del hospital relataron a El País que hace unos días ingresó un paciente con tuberculosis y estuvo "sentado" durante 48 horas porque no había camas disponibles para atenderlo. Además, el paciente, por su enfermedad, tenía que estar aislado del resto, agregó un enfermero.

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