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lunes, 7 de diciembre de 2009

vamos a charlar


Lacalle será el interlocutor oficial del Partido Nacional con Mujica, pero Larrañaga pretende mantener el diálogo directo con el presidente electo. Hoy la cúpula nacionalista analizará la futura relación con el gobierno.

Una semana después del balotaje, el Directorio del Partido Nacional recibirá el informe de su presidente Luis Alberto Lacalle sobre la reunión que mantuvo en la tarde del viernes con José Mujica. Luego el directorio definirá el relacionamiento con el gobierno, analizará la integración de los grupos técnicos en las cuatro áreas planteadas por Mujica (seguridad, energía, educación y medioambiente) y seguramente ratificará su voluntad de integrar los directorios de los entes autónomos y servicios descentralizados.

Lacalle pretende que hoy no se ingrese a evaluar el resultado de la elección, sin perjuicio que algunos dirigentes puedan hacer planteos, dijeron a El País fuentes blancas. Varios dirigentes nacionalistas creen que, tras el resultado del domingo pasado, el Partido Nacional debe actualizar y "modernizar" su discurso, de cara a las elecciones municipales. En el plan de trabajo del Partido Nacional también se encuentra la estrategia de cara a las elecciones municipales, pero eso tampoco estaría en la agenda de esta mañana.

El viernes, Lacalle se presentó ante Mujica como el interlocutor del Partido Nacional durante las negociaciones, pero desde Alianza Nacional ello es mirado con receloDiálogo. Jorge Larrañaga mantendrá su canal de comunicación con el presidente electo, independientemente de la decisión que hoy adopte el Directorio partidario. El líder de Alianza Nacional ratificó anoche a El País que tiene "el derecho" como dirigente político de primer nivel de establecer un diálogo con Mujica, lo cual hará valer sin dudas.

"Yo defiendo la institucionalidad partidaria, que pasa por el Directorio. Esto no significa que como sector, como Alianza Nacional, no tengamos diálogo con quien queramos en el sistema político. Respetando la institucionalidad, tendremos diálogo con el presidente electo", sostuvo Larrañaga en una entrevista publicada por El País.

El senador herrerista Gustavo Penadés dijo a El País que "es natural" que Lacalle sea el principal interlocutor como presidente del Directorio nacionalista, pero admitió que es "público que Larrañaga tiene buena relación con Mujica y el Partido Nacional también la usará" para dialogar con el gobierno. "No mutilamos ni cercenamos a nadie", indicó.

Gallinal apuntó que "lo lógico" es que Lacalle como presidente del Directorio dialogue directamente con el presidente de la República", pero eso no implica que exista "interés en desplazar a nadie".

El viernes pasado, Mujica y Lacalle acordaron que si existe algún punto de desencuentro en el marco de las conversaciones que iniciarán en materia de seguridad, energía, educación y medioambiente, el diálogo proseguirá para avanzar en los puntos que haya consenso. Así lo informó Mujica el sábado a los líderes del Frente Amplio.

Lacalle se manifestó dispuesto a integrar las cuatro comisiones impulsadas por Mujica y propuso instalar dos nuevos ámbitos: uno sobre política exterior y otro sobre la reforma de la salud. En principio, Mujica se inclinaría por mantener los cuatro temas originalesEl Directorio ratificará que hay firme interés en integrar los entes, pero no así el gabinete. La idea de Mujica es cederle determinada cantidad de cargos a la oposición y los tres partidos luego los distribuirán, según le transmitió al líder del Partido Independiente, Pablo Mieres.

Estrategia. Desde Alianza Nacional se habla de modernizar el discurso, pero Lacalle no quiere que esto necesariamente sea analizado esta mañana. Abreu dijo el viernes a El País que los blancos deben "actualizar el discurso" y mirar "con mayor sensibilidad social" la realidad actual.

"Nosotros tenemos que desprendernos definitivamente de una visión conservadora. Mujica dice que es herrerista, (Danilo) Astori que trabajó con Wilson. A nosotros nos manotearon las banderas. Y las nuestras no las hacemos flamear de acuerdo a los tiempos", afirmó Abreu.

En tanto, el diputado aliancista Javier García publicó el sábado una columna en El País, donde afirma que el Partido Nacional debe ser "moderno y nuevamente popular, leal con el país, pero también consigo mismo".

"Los partidos modernos no rehúyen a estos desafíos, ni se quedan revoleando el poncho como única convocatoria. Está muy bien la tradición, pero no alcanza (...) Somos un partido que deberá modernizarse en su discurso, interpretando mejor los fenómenos culturales y sociológicos que explican buena parte del resultado".

García apuntó que las sociedades contemporáneas "no se explican sólo desde la política, sino que también la integran un montón de organizaciones intermedias donde la gente participa, las que se han transformado en sectores formadores de opinión que el Frente Amplio ha sabido atender y penetrar, desde el Carnaval a las organizaciones barriales, pasando por el sistema educativo". Y agregó: "Allí suele haber mucha gente y pocos dirigentes. Es de seres inteligentes reconocer estas cosas".

En la misma línea, el diputado Jorge Gandini también indicó a El País que "el gran desafío será modernizar la relación del Partido Nacional con la sociedad" y que se trata de "una causa no coyuntural, más allá de la campaña de estas elecciones, que debe ser encarada"Desde Correntada Wilsonista, Francisco Gallinal admitió la semana pasada que el Partido Nacional "cargó con una mochila muy pesada los últimos diez años". Y explicó: "La crisis de 2001 y 2002 provocó un cambio cultural muy importante, del que quizás hayamos estado un poco ajenos o no supimos interpretar ni advertir".

Ese cambio cultural, en la interpretación de Gallinal, hizo que muchos votantes "no vieran los defectos" de Mujica o le restaran importancia, a la hora de optar. "Hubo una ilusión óptica: el resultado de las elecciones internas", concluyó.

García: "Los partidos modernos no revolean el poncho como única convocatoria".

"Astori achica la cancha, es mezquino"
"En el gobierno electo hay dos líneas: la de José Mujica, que es de apertura lo más amplia posible, con ofrecimientos para integrar el gabinete, y la del vicepresidente Danilo Astori, que busca empedrar la coparticipación en el gobierno para agarrar algún cargo más" en la nueva estructura, dijo a El País el diputado de Alianza Nacional Pablo Iturralde, uno de los hombres fuertes de Jorge Larrañaga en Montevideo.

Iturralde observa una "actitud mezquina" de parte de Astori, "que se negó a ampliar el ámbito de diálogo a las cuatro áreas ya planteadas, dijo que es muy difícil que la oposición se integre al gabinete e insinuó que blancos y colorados deben tener un miembro solo en el directorio del Banco República". El diputado aliancista recordó que en 2005 Astori tuvo una "actitud muy cerrada y condicionó a Tabaré Vázquez para no integrar a la oposición" a los entes autónomos.

Iturralde acusó a Astori de "achicar la cancha, en una línea de chiquitaje", distinta a la de Mujica. "Astori siempre menciona que trabajó con Wilson en la Cide en 1963. Justamente, Wilson llamaba a economistas sin fijarse en el pelo político. Aquella fue una actitud distinta, cuando se empezaron a elaborar políticas públicas", afirmó Iturralde.

De todos modos, hay quienes afirman que en el Partido Nacional también hay dos líneas: Alianza más proclive a colaborar con el gobierno y el Herrerismo más distante.

El País Digital

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