domingo, 6 de mayo de 2012

faroleando


Defensor Sporting venció por 1-0 a Danubio en Jardines del Hipódromo, rompiendo el invicto locatario de 23 partidos sin derrotas en su casa y afirmándose como líder solitario del Clausura, sin haber perdido en 11 fechas. Diego Rodríguez hizo el único gol del cotejo a los 10 minutos.
Un emotivo aplauso a Raúl Bentancor a modo de homenaje por su fallecimiento y un buen recibimento a los jugadores abrieron la mañana de domingo en Jardines del Hipódromo, para darle marco así a uno de los clásicos modernos del fútbol uruguayo, que los encontraba además a ambos clubes en una situación particular: al local, invicto hace 23 partidos en su casa, y al visitante como único invicto en el Clausura.
Desde el comienzo fue mejor el violeta, consciente de que sólo dependía de si mismo para cerrar la undécima fecha del torneo como líder solitario. Por eso, comenzó a hacer los deberes de la manera correcta, desplegando su juego habitual, y a los 10 minutos se puso en ventaja a través del volante Diego Rodríguez, quien enganchó llegando al área dejando a su marcador por el camino, y cuando pisaba la grande sacó un zapatazo que picó antes del arco y desconcertó a Mauro Goicoechea, que no pudo evitar el gol.
Danubio encontró el empate poco después a través de la cabeza de Damián Malrrechaufe, pero fue correctamente anulado por Roberto Silvera, que hizo caso al línea que advirtió una notoria posición adelantada. Esa fue la única llegada clara de los de la Franja en la primera parte, que poco pudieron mostrar. El juego de los locales fue muy irregular durante toda la temporada.
Defensor tuvo el segundo tanto a los 36', con una buena llegada a través de Mathías Britos por la izquierda, quien sacó un remate que se fue apenas desviado. Las intenciones siempre fueron violetas, y Goicoechea tuvo una mañana agitada, a diferencia de Irrazábal en el otro arco.

El primer tiempo se cerró con una polémica. Hubo penal favorable a Danubio sobre Diego Martiñones, a quien estaban agarrando en el área, pero no lo vio el juez, quien incluso amonestó al delantero danubiano en medio de los reclamos.
Segundo tiempo: menos intensidad
Antes de que comenzara el complemento, el Pecho Sánchez mandó a la cancha a Leandro Melazzi, quien ocupó el lugar de Castro en el ataque, con el objetivo de acompañar a Sebastián Fernández, quien siempre estuvo muy solo y al que poco le llegó la pelota en los primeros 45 minutos.
El DT decidió sacarlo más tarde para mandar a la cancha a Alejandro Melo, y luego mandó al goleador histórico Diego Perrone en lugar de Martiñones, renovando así toda el área ofensiva de forma rápida, buscando revertir el resultado o al menos empatar.
Más calma era la situación de Gustavo Díaz, quien conforme con el resultado y el rendimiento del equipo, sacó a Aleman primero y a Britos después (habiendo tenido este último más llegadas en los minutos que permaneció en cancha en la segunda parte), ambos muy cansados por la exigencia realizada, y puso a Diego Rolan y a Juan Amado.
Los cambios realizados por Sánchez le dieron efectividad a Danubio, que llegó al área rival y buscó convertir de pelota quieta, sin éxito. Se sucedieron los córners y también los tiros libres, jugándose la segunda mitad del segundo tiempo en cancha violeta.
Después, Defensor volvió a tomar el control de la pelota y no la cedió. Sentido se fue Robert Herrera, dándole ingreso a Fernando Fajardo, y los hinchas festejaron una victoria merecida, tal vez con un marcador poco realista respecto al trámite del partido, pero que deja al violeta como líder invicto del Clausura, y corta la racha de 23 cotejos sin perder en Jardines de Danubio.
En el local destacó Camilo Mayada, con correcta actuación, y en la visita lo hicieron Federico Pintos y Rodríguez, ambos con mucha entrega.

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