miércoles, 14 de diciembre de 2011

KAMIKAZE


La onda expansiva llegó hasta Quito, Ecuador, donde el titular del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Eduardo Brenta, participaba de la conferencia regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a la que fue invitado para explicar el formato y los alcances del Diálogo Nacional por el Empleo, una modalidad que el organismo quiere que sea tomada como modelo por los demás países. Si bien ya había concretado su intervención el siniestro de ayer de mañana en la sede de la cartera motivó que adelantara su regreso.
"No vuelvo, como se dijo en algún portal, porque me lo pidió [el presidente José] Mujica. Todo lo contrario. El presidente se comunicó pero para ofrecer las instalaciones de la Torre Ejecutiva", dijo el secretario de Estado a la diaria ayer de tarde, momentos antes de abandonar Quito. También confirmó que hoy analizará lo sucedido con la dirigencia del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines (SUNCA), que ayer sesionó de urgencia y se declaró en estado de alerta permanente. "Esperaremos la entrevista con el ministro y el jueves el ejecutivo nacional evaluará qué pasos daremos", anunció a este medio Pedro Porley, presidente del sindicato.
Fue sobre las 11.00 que la sede del MTSS, sobre la calle Juncal en Montevideo, fue sacudida por un estruendo. Que había explotado una garrafa fue la primera versión que circuló, a la cual le siguió una segunda, que indicaba que el estallido se produjo mientras se realizaban tareas de soldadura en el primer piso del edificio. Incluso, los primeros testimonios de trabajadores y dirigentes la dieron por buena, sumándole como factor el hecho de que en la misma zona se estaban colocando moquettes usando pegamentos y solventes muy inflamables.
Sin embargo, lo que parecía una explicación razonable, aunque increíble si se tiene en cuenta la falta de seguridad que implicarían estas maniobras y que se lleven a cabo en el ministerio que vela por el cumplimiento de las normativas en la materia, fue matizada. Tanto Porley como Brenta coincidieron en que al menos tres de los trabajadores que no sufrieron lesiones y declararon ante la Inspección General del Trabajo aseguraron que si bien había pendientes algunas soldaduras cuando ocurrieron los hechos no se estaban llevando a cabo.
El 22 de noviembre una delegación del SUNCA había solicitado a Mujica, que los recibió en la Torre Ejecutiva junto a Brenta, que el gobierno reforzara los controles para que las empresas respeten las normas de seguridad, y que elaborara una lista con aquellas que no lo hicieran a los efectos de sancionarlas y no tenerlas en cuenta a la hora de que el Estado licitara obras. En lo que va de 2011 son nueve los trabajadores de la construcción que murieron mientras desempeñaban sus tareas, y 8.000 los accidentes graves. "Hoy mismo [por ayer] un compañero de 60 años cayó de una altura de siete metros en el hospital Americano y sufrió fractura de pelvis, entre otras lesiones; esa persona ya no podrá volver a trabajar", señaló Porley, al tiempo que enumeró otros hechos similares ocurridos en los últimos días.
El siniestro en el MTSS se produjo en el primer piso, que estaba siendo acondicionado para ampliar y mejorar la atención. Once personas sufrieron heridas, entre ellas la arquitecta a cargo de la remodelación, dependiente de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), que participa del proyecto. Su cuerpo fue atravesado por un vidrio, lo que determinó que le extirparan el bazo; se encuentra en estado delicado. Su asistente, también arquitecto y de la OPP, fue alcanzado por varios vidrios en el rostro, mientras que el dueño de la empresa a cargo de la refacción fue afectado, aunque en menor medida. Los restantes lesionados, todos fuera de peligro, son obreros en su mayoría y funcionarios del MTSS.

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