miércoles, 21 de septiembre de 2011

vamonos que tengo ganas


El plantel de River Plate de Argentina organizó una comida en una pizzería que terminó en una fiesta de los referentes con 10 mujeres, luego de echar del lugar a los más jóvenes. Ocurrió dos días antes del empate a dos contra Defensa y Justicia.
El calvario que comenzó para River Plate a partir del descenso a la B Nacional, tuvo su punto de ebullición en la tarde del empate a uno con Belgrano que decretó la pérdida de la categoría y desencadenó en una serie de hechos de violencia que, lamentablemente, a esta altura no sorprenden.
Luego, se cambió de entrenador, asumió un ídolo de la hinchada como Matías Almeyda y empezaron los trabajos para explorar el desconocido territorio del Nacional B. Y la cosa empezó bien. Con tres triunfos consecutivos, ante Chacarita Juniors, Independiente Rivadavia de Mendoza y Desamparados, el equipo de la banda roja metía miedo y parecía avisar que su presencia en la categoría sería fugaz.
Sin embargo, llegó una seguidilla de tres empates consecutivos. Quilmes le empató 1-1 en la hora, Defensa y Justicia lo tuvo a maltraer y le fue ganando hasta faltando muy poco para el final, y el último fin de semana Deportivo Merlo pudo haberle ganado si el árbitro cobraba un claro penal que no se animó a pitar cerca del epílogo cuando estaban 0-0.
Después de esa mala racha, explotó una bomba que iba a quedar en la interna pero trascendió. Según informó el Diario Libre y recogió Perfil (su versión digital), dos días antes del choque con Defensa y Justicia hubo una "fiestita" entre los referentes del plantel y un grupo de 10 mujeres, en una pizzería.
Los jugadores de River organizaron una comida en la pizzería El As de Espadas, y poco después de la medianoche los más experimentados prácticamente echaron del lugar a los más jóvenes. "Mañana hay que entrenar, esto ya se terminó. Nosotros nos quedamos un ratito más y enseguida nos rajamos", dijeron los de más experiencia del equipo millonario, pero no cumplieron con su palabra.
Minutos más tarde, cuando los más chicos se retiraron del local, llegó una camioneta con un grupo de aproximadamente 10 mujeres, todas para los referentes. Allí se quedaron hasta las dos de la mañana con los jugadores, según hicieron saber al citado medio encargados del negocio y algunos hinchas de River que estaban cenando en una parrillada ubicada enfrente.
El hecho generó gran malestar en los más jóvenes y llegó a oídos del técnico Almeyda y del presidente Daniel Passarella, quienes evalúan medidas pero aun no han sancionado a nadie para mantener el asunto en silencio y que no se levantara polvareda.

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