La Cancillería de nuestro país mostró su inquietud por el trato que recibieron los 82 uruguayos deportados de Estados Unidos en los últimos meses. Muchos fueron detenidos en sus lugares de trabajo, puestos en compañía de delincuentes comunes y no pudieron despedirse de sus familias.
La cónsul de Estados Unidos, Mary Fisk-Telchi, recibió a las autoridades de la Dirección de Asuntos Consulares y Vinculación del Ministerio de Relaciones Exteriores, en relación a los 82 uruguayos que fueran deportados del país norteamericano en los últimos meses.
La inquietud por los 74 expulsados de Miami y 8 del resto del territorio tiene que ver con el trato "deshumanizado" del que fueron objeto, al ponerlos en igualdad de condiciones que delincuentes comunes, cuenta La República.
Luis Almagro, ministro de Relaciones Exteriores, dijo al matutino que "preocupa la creciente cantidad de uruguayos que han sido deportados desde los Estados Unidos desde el 1º de diciembre de 2010 hasta el 5 de agosto pasado".
"Nos preocupa esta situación porque, de acuerdo a lo que nos han dicho algunas de las personas deportadas, los han ido a buscar a sus lugares de trabajo o en otras ocasiones saliendo de los supermercados". Y en ocasiones fueron puestos "en compañía de delincuentes comunes cuando fueron detenidos".
Almagro agregó que "todas estas situaciones han ameritado planteos formales".
Mientras tanto, el subdirector general para Asuntos Consulares y Vinculación, Jorge Muiño, dijo a La República que los uruguayos detenidos por "estar indocumentados, los esposan, los llevan a centros penitenciarios y ni siquiera les permiten despedirse de sus familias".
El número de deportaciones generó una situación "de psicosis" en la colonia uruguaya "porque muchos han llegado sólo con la ropa puesta. Vestidos con la indumentaria de carniceros, de operarios".
"La persona que llega en esa condición pierde absolutamente todo, no sólo lo económico, que seguramente debe tenerlo por haber trabajado durante muchos años en ese lugar, sino lo afectivo, ya que, a veces, ni siquiera puede despedirse de su esposa e hijos".
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