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"Lo confieso a mi nación: la mayor defensa de los derechos humanos de la mayoría de este país va de la mano con que el proyecto frentista se profundice", dijo hoy José Mujica, asegurando que estamos frente a un cambio que puede acabar con 50 años de frustración y estancamiento, del que "algunos no se dan cuenta aún". Como ya hizo en más de una oportunidad, el presidente José Mujica dedicó su audición radial de hoy en M24 a destacar el cambio histórico -a nivel económico y social- por el que está pasando el país gracias a su crecimiento en los últimos años.

"Después de la Segunda Guerra Mundial parece que nuestro país empezó a bajar los cambios, entró en el estancamiento, a lo sumo ese Uruguay crecía 2 o 3% anual. Empatando a veces en materia de inversión con Haití", manifestó.

"Da la impresión de que ese Uruguay queda atrás, aunque muchos no se dan cuenta. No se dan cuenta que hubo un cambio de trascendencia histórica y que nuestro deber es atenderlo. Toda nuestra conciencia subliminal histórica corresponde a ese largo pasado de estancamiento, pero nuestra realidad cuenta otra cosa", agregó el presidente.

"Soy el primero en reconocer que el crecimiento económico no es igual a desarrollo, pero no existe desarrollo sin crecimiento. No estamos tocando el cielo con las manos", dijo por enésima vez el presidente, "pero sólo por el crecimiento económico de los últimos meses, sólo por ese detalle la enseñanza va a recibir no menos de 80 millones de dólares de plus por encima de lo laudado en el Presupuesto. Porque la recaudación creció, porque creció la economía del Uruguay", remarcó el mandatario.


Precaución

Mujica llamó sin embargo a la precaución. "Nos asusta cómo se endeuda la gente alegremente, que entremos a consumir a troche y moche, muy por encima de nuestras posibilidades. Nos asustan las inestabilidades e incertidumbres de la moneda. Somos conscientes y lo vamos a reflejar en la próxima rendición de cuentas. Hay que llamar a la prudencia, porque hasta por experiencia las coyunturas favorables no duran tanto tiempo. Nunca hemos vivido una coyuntura así, y tenemos que ser prudentes, desconfiados y guardar algo por las dudas, pero hay que ser conscientes que esto que tenemos que por delante no hay que desperdiciarlo. En primer término está el devenir de nuestra gente", reflexionó.

Mujica se refirió después a los derechos humanos, que "engloban toda la vida: el techo, la atención de la salud, posibilidades de educación, sobre todo de aquellos postergados. La vida debe ser una aventura hermosa. Por eso nos preocupa el destino político", en clara alusión a que el Frente continúe en el gobierno por las grandes mayorías del Uruguay y en especial por los postergados.

"Es la alta política la que puede encauzar estas cuestiones, no es la pequeña política. No son las humanas pequeñeces. Hay cosas que nos duelen muchísimo. Tratamos de que todo el sistema político funcione con altura y vemos por momentos que se dicen cosas que son dolorosas, que nos deprimen. Que nos separan cuando hay que construir", agregó.

"Inevitablemente soy hombre de partido, por cultura, y puedo estar equivocado, pero miro la realidad a partir de esto y lo confieso a mi nación: la mayor defensa de los DDHH de las mayorías de este país van de la mano con que el proyecto frentista se profundice, no para aplastar a nadie sino para incluir todo lo más posible, Nada es más importante, y esto no es algo partidario, sino de ideas, que se plasme en este gobierno y haga andar el país hacia el provenir. Todo lo logrado se puede perder. Tal vez nuestra visión esté muy sesgada por sentido partidario (...) organizamos la visión de la realidad a partir de esa visión emparentada con los intereses de las grandes mayorías, que son nuestros compañeros en la vida. Venimos de muy abajo y seguiremos estando abajo, my ligados a los problemas de los hombres comunes. Por eso no estoy conforme con lo que hemos logrado. Se puede lograr mucho más, pero le pido a la gente que le dé valor a lo que hemos hecho, que lo defienda para mejorarlo, que lo haga suyo, porque sencillamente estamos saliendo de una época de frustración: 50 años de frustración", concluyó.

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