domingo, 13 de marzo de 2011
el juego simple
Varios documentos de la embajada de Estados Unidos desnudan un doble discurso del gobierno de Tabaré Vázquez. Por lo bajo y en confianza, Danilo Astori y Gonzalo Fernández relativizaban la buena relación bilateral con Venezuela.
Detrás de las fotografías con amplias sonrisas, y las decenas de acuerdos firmados y negocios proyectados, la sensación del gobierno uruguayo era que las promesas del presidente Hugo Chávez eran "mucho ruido y pocas nueces".
Sin embargo, el gobierno se las arregló para "echar encima del gobierno venezolano los negocios no rentables o problemáticos", según consigna un despacho diplomático de la embajada de Estados Unidos, filtrado por WikiLeaks y al que accedió El País.
Dos de los ministros de mayor influencia en el gabinete de Vázquez confiaron a funcionarios de la sede diplomática sus dudas respecto a la efectividad de los acuerdos con Venezuela, y su eventual utilidad.
En abril de 2008 se reunieron en Montevideo los ministros de Economía de la región, con el propósito de discutir la creación del Banco del Sur. La idea de que existiera una institución financiera que atendiera las necesidades de los países de América Latina -iniciativa de Chávez, apoyada por Néstor Kirchner- provocaba serias dudas a Astori, y se las confesó a la embajada estadounidense.
"El ministro de Economía Danilo Astori nos dijo en privado que no creía que el proyecto del Banco fuera útil y que Uruguay aceptó participar solo para no quedar aislado", revela la encargada de negocios, Robin Matthewman. "Consideró improbable que el Banco fuera aprobado, formado y empezara a operar en algún tiempo cercano", agrega Matthewman.
Astori imaginaba que sería "un proceso muy lento" y "le gustaba que así fuera". Además, el jerarca dijo a Matthewman que la institución "replicaría el rol de otras instituciones financieras internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo y especialmente la Comisión Andina de Fomento", instituciones de las que Uruguay ya obtenía beneficios.
Cuando unos meses después, en agosto de 2008, vino de visita el canciller venezolano Nicolás Maduro, su par uruguayo, Gonzalo Fernández, protagonizó una escena similar con la diplomática estadounidense.
Mientras Maduro garantizaba la exoneración de impuestos a 214 productos uruguayos, catalogando de "histórica" esa decisión de Chávez, "el gobierno uruguayo no atribuía especial importancia a la visita".
"El canciller Fernández dijo al embajador (Frank) Baxter el 8 de agosto, que el presidente Vázquez ha estado tratando a Chávez con frialdad debido al atraso en cumplir sus compromisos económicos", consigna Matthewman.
Tanto Astori como Fernández fueron consultados por El País, pero declinaron hacer declaraciones al respecto.
"Fernández notó que la visita de Maduro puede haber sido exitosa si se tiene en cuenta la `estrategia de tener a Venezuela al alcance de la mano`. Igual, es solo un éxito parcial, ya que otras importantes promesas como el compromiso de financiar la renovación de la única refinería petrolera uruguaya aún no se ha cumplido", agrega.
Es que la de Uruguay y Venezuela es una "floreciente pero difícil relación comercial bilateral", advierte la encargada de negocios en el mismo despacho. Si bien "el intercambio comercial ha crecido rápidamente desde que asumió la administración de Vázquez en 2005, y Venezuela se ha vuelto el octavo mercado de exportación en Uruguay (...), mover esos números ha sido una lucha".
Un funcionario de Cancillería dijo al embajador que hacer negocios con el país caribeño era "muy difícil": "para venderle a Venezuela necesitás una licencia importante o un certificado de necesidad, además de un permiso para comprar dólares. Se requiere casi un milagro para lograr la venta. Y se requiere un completo milagro para lograr la paga", asegura la diplomática.
"De acuerdo al mismo funcionario -prosigue el documento- las únicas ventas que se mueven sin complicaciones son las de los productos que Venezuela necesita urgentemente, como la leche en polvo".
TENTACIÓN. En el contexto de un despacho que analiza la cooperación entre Venezuela y Uruguay por un asunto científico en la Antártida, la embajada estadounidense concluye en febrero de 2008, a modo de justificación, que "al final, los petrodólares venezolanos representan una gran tentación".
"Esto es especialmente verdadero desde que el relativo nivel de desarrollo de Uruguay lo descalifica para obtener la mayoría de la asistencia internacional", agrega el documento firmado por el entonces embajador, Frank Baxter.
Con todo, le llevó tiempo a la embajada llegar a esa conclusión favorable a Uruguay. Desde el inicio del gobierno de Vázquez, los diplomáticos estadounidenses centraron su atención en dirimir hasta qué punto la ayuda venezolana se limitaba a eso, y si no revestía una trascendencia política mayor.
Cuando en marzo de 2006 el ex presidente realizó una gira por la región buscando apoyo por el diferendo de Botnia que lo había enemistado con Argentina, recaló dos días en Caracas. Según registra con alivio un despacho firmado por el encargado de negocios de la época, James D. Nealon, lo de Vázquez en Venezuela "no fueron más que tratados de negocios".
En esa instancia, Vázquez firmó 11 acuerdos comerciales y científicos con Chávez, confirmó su participación en la cadena venezolana de noticias para la región, Telesur, y se comprometió con su homólogo a fortalecer instrumentos para la integración regional, como Petrosur y Petroamérica.
Además, la embajada destaca que "el gobierno uruguayo se las arregló para echar encima de Venezuela negocios no rentables o problemáticos" como "la complicada cooperativa financiera Cofac" (que devino en el aún complicado Bandes) y "la adquisición de las estaciones de servicio de Ancap en Argentina por Pdvsa".
"A pesar del círculo mediático alrededor de la visita, y los esperados anuncios de hermandad latinoamericana, -resume Nealon- los resultados concretos terminaron siendo simples acuerdos de negocios (y) poca sustancia parece haber emergido de la visita".
Chávez faltó y "ridiculizó" al FA
Tras haber sido el primer país en ratificar el ingreso de Venezuela al Mercosur -sobre todo por iniciativa del canciller Reinaldo Gargano, "adulador" del régimen chavista según los documentos de la embajada estadounidense en Montevideo-, el gobierno uruguayo fue "ridiculizado" por la ausencia del presidente venezolano en la Cumbre Iberoamericana que tuvo lugar en Montevideo en noviembre de 2006.
"A la interna, la no aparición de Chávez ridiculizó al ala radical del Frente, que se había salido con la suya al aprobar a la fuerza en el Parlamento el ingreso de Venezuela en el Mercosur", opina el encargado de negocios James D. Nealon, en un despacho diplomático que analiza los resultados de la Cumbre Iberoamericana. Nealon agrega que la oposición tildó la postura del FA ante Chávez como un "acto servil".
EE.UU.: sorpresa sobre Cardozo
La embajada reveló su "sorpresa" cuando el embajador uruguayo en Venezuela, Gerónimo Cardozo, liberó sus fuertes críticas al gobierno de Hugo Chávez. Las declaraciones de Cardozo, realizadas en el marco de una reunión con legisladores uruguayos, fueron divulgadas por el semanario Búsqueda el 8 de mayo de 2008.
Un despacho diplomático firmado por el embajador Frank Baxter recoge con asombro los dichos de Cardozo, "inusualmente crítico" hacia el líder venezolano: "Cardozo afirmó que la política económica de Chávez era un desastre, y que Venezuela `está atravesando una situación crítica` que `nadie sabe cómo terminará`".
"Cardozo se quejó de las dificultades para implementar los asuntos de negocios, que quedan trancados entre Caracas y Montevideo debido a la `brutal corrupción` en el gobierno venezolano", consigna Baxter.
El embajador uruguayo también fue duro con Telesur, el canal dirigido por Chávez, del cual Uruguay es miembro. "Es un enemigo de Uruguay", dijo, basándose en que Telesur había televisado las expresiones antiestadounidenses de Chávez durante la visita del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a Uruguay, en 2007. En esa ocasión, Chávez se refirió a Tabaré Vázquez como un "vende patria".
Tras reconstruir la reunión en la que "los legisladores blancos estaban obviamente encantados con los dichos candentes y transparentes de Cardozo" y "los del Frente Amplio shockeados", Baxter comenta: "Los comentarios de Cardozo son sorprendentes, viniendo de alguien que pensábamos tenía buena relación con Chávez". El embajador también da cuenta de ciertos "rumores de un par de años atrás" sobre que Cardozo había estado involucrado en "negocios oscuros".
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