domingo, 10 de enero de 2010

inseguridad:se llama Marconi


Seguridad pública. Servicios de reparto de garrafas o alimentos coordinan con sus clientes para evitar las zonas peligrosas Policía opina que habría que instalar una comisaría con 10 efectivos

Muchas empresas proveedoras de servicios, como reparto de gas y alimentos, no ingresan a los asentamientos del barrio Marconi por la noche. La Policía sólo entra al barrio por un hecho puntual y no circula a bajas velocidades.

La mayoría de las unidades que venden gas en el Marconi llevan guardias policiales o piden a sus clientes que se acerquen a una zona con más luz para entregarle la garrafa.

"Nosotros extremamos las medidas para poder llevar nuestro producto a la mayor cantidad de personas. Si es muy tarde de la noche, les solicitamos que se arrimen a una calle con mayor luminosidad o movimiento", dijo a El País el gerente General de Riogas, Gustavo Graña.

Destacó que las unidades de la empresa no ingresan a callejuelas de asentamientos que tienen entrada por un solo lado. "Las precauciones que tomamos es porque son muy altos los niveles de robo de nuestras unidades", indicó GrañaFuncionarios de entes públicos sufrieron robos y agresiones por parte de algunos lugareños del barrio Marconi cuando concurrían a la zona a instalar o reparar servicios de agua, luz o teléfono.

Muchos distribuidores de alimentos tampoco ingresan al barrio Marconi a repartir productos en los comercios. Tras citarse por teléfono con sus clientes, esperan en una avenida con presencia policial a que estos vengan a levantar la mercadería. Los comerciantes del Marconi deben contratar a un flete o usar su propio vehículo para buscar los productos que necesitan sus locales.

PROBLEMA. Según fuentes policiales, el Marconi es una zona de contexto social crítico con una elevada problemática de alcoholismo y drogadicción. Esta situación, agregaron, se incrementó a partir de la decisión del ex ministro del Interior, Guillermo Stirling, de retirar la comisaría móvil del Marconi por la muerte de un policía.

Según la fuente, los narcos trabajan con "total libertad" en el barrio Marconi aprovechando las dificultades operacionales que tiene la Policía para introducirse en esa red intrincada de callejuelas que poseen los asentamientos de la zona.

Tanto los funcionarios policiales como los vecinos señalan que es inmensa la cantidad de "bocas" de venta de pasta base existente en el barrio y que ese fenómeno es culpable de la elevada inseguridad que existe en la zona.

De noche, la situación empeora aún más. "Acá se aflojó mucho las riendas. Los delincuentes tomaron cuenta de todo. La Policía no puede con ellos", dijo el vecino Domingo Aguilera. Agregó que "es muy peligroso circular de noche por el Marconi. Y la madrugada aún más. El (delincuente) `pesado` se va al Centro a robar y vuelve a esa hora. Si no consiguió nada, le da a uno", explicó.

HONDAZOS. En el barrio Marconi los policías no patrullan. Apenas ingresan al barrio por un hecho puntual de violencia. Saben que cada vez que van al Marconi deben ir acompañados por efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) porque son comunes las pedradas desde los asentamientos.

La Policía tampoco patrullan a baja velocidad como lo hacen en otros barrios de Montevideo. Temen perder la vida o un ojo por un hondazo con un bulón o un plomo de rulemán que parte de cualquier rincón. ¿Cuál es la solución para el barrio Marconi? Según los policías consultados, es imposible en este momento colocar una comisaría móvil allí. "El riesgo de vida sería muy alto. Eso es tierra de nadie", indicó un oficial que conoce el Marconi desde hace años.

La solución, agregó, pasaría por instalar una comisaría fija con no menos 10 efectivos durante las 24 horas y en forma permanente. Dentro de estos policías tendrían que haber unidades de choque, coraceros y del plantel de perros, indicó.

Además de instalar una presencia fija en la zona, habría que hacer un trabajo policial a fondo para "apaciguar los ánimos", mediante las solicitudes de requisitorias de todos los sujetos que deambulen por el barrio. Muchos de ellos tienen requisitorias por delitos.

Prontuario de un barrio peligroso
18 de diciembre de 2009. El juez en lo Penal de 14° Turno, dicta el procesamiento con prisión de un hombre de 21 años, por comercialización de estupefacientes. Tras una persecución por varias calles, fue interceptado por un equipo de la Brigada de Asaltos, incautándole en el vehículo tres trozos de marihuana. Durante el seguimiento, una segunda persona que iba como acompañante del procesad y que efectuó disparos contra los policías, se arrojó del vehículo en marcha. Logró fugar ingresando por unos pasajes de Enrique Castro y General Flores.

18 de diciembre de 2009. Por disposición del juez en lo Penal de 13° Turno, fue procesado con prisión de un delincuente de 31 años, por un delito de hurto. Fue arrestado tras hurtarle dinero a un conductor-cobrador de un ómnibus.

30 de diciembre de 2009. A la hora 05:50 por indicación de la Mesa Central de Operaciones, personal de la Comisaría 12º concurrió al cruce de Niágara y Enrique Castro donde había una persona caída en la vía pública. De inmediato, la víctima fue trasladada al Hospital Filtro. Allí fue identificado como Carlos Barrera Estela. Falleció por herida de arma de fuego en el tórax. Sábado 2. En horas de la noche, en las intersecciones de Juan Acosta y Carreras Nacionales, un hombre, de 43 años de edad, fue herido de bala. Se encontraba sentado en el cordón de la vereda. De acuerdo con lo que indicó el denunciante, un individuo le hizo una pregunta y luego le disparó varias veces con un arma de fuego dándose a la fuga rápidamente. Recibió heridas en las piernas.

5 de enero. Menores infractores fueron aprehendidos tras asaltar un comercio en el Centro y a un peatón en el barrio Marconi. Ambos llevaban navajas. Uno de los adolescentes fue capturado por un policía de franco luego de asaltar el comercio del Centro. El otro joven se dirigió hacia el Marconi. Allí rapiñó a una mujer de 56 años. Lo capturaron policías de la Seccional 16°.

7 de enero: La Policía atrapó a un delincuente que robó días atrás a una mujer que tenía a un bebé en brazos en una parada ubicada en San Martín y Teniente Rinaldi. El rapiñero gozaba de libertad condicional.

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