martes, 29 de diciembre de 2009
se casa cualquiera
El casamiento de los argentinos Alex Freyre y José María Di Bello no sólo ha despertado el orgullo de la comunidad gay de América Latina, sino la "preocupación" y la condena de la Iglesia Católica argentina y de grupos religiosos.
Después de superar una serie de obstáculos legales, la pareja llevó a cabo la ceremonia de forma secreta y sorpresiva en la provincia austral de Tierra del Fuego. Un hecho fue la clave: el permiso de la gobernadora Fabiana Ríos.
"Es una avance gigantesco (...) La mayoría de las personas fantasea desde pequeño con el día de su casamiento, pero para los homosexuales nunca fue una posibilidad", dijo la pareja a BBC MundoAsí como las reacciones de júbilo de la comunidad gay y de asociaciones de defensa de los derechos civiles no se demoraron, tampoco tardó en llegar el rechazo de la Iglesia Católica.
"(Es) un atentado contra la supervivencia de la especie humana", dijo el monseñor Juan Carlos Romanín, obispo de la ciudad de Río Gallegos, en Tierra del Fuego.
El sacerdote dijo en declaraciones a la prensa local que la materialización del primer matrimonio gay en Argentina lo había tomado por sorpresa y que acompañará "pastoralmente a la feligracía fueguina en este difícil momento".
Las críticas de la Iglesia Católica argentina a las bodas gay no son nuevas.
A propósito del debate generado por la decisión de un tribunal de Buenos Aires que falló a favor del matrimonio de Freyre y Di Bello, la Conferencia Episcopal afirmó, en un comunicado del 18 de noviembre, que el intento de legalizar el matrimonio entre homosexuales es "una grave injusticia en la medida que procura artificialmente igualar realidades humanas diferentes".
"No es razonable hacerlo, asimismo, cuando existen otras soluciones para los problemas jurídicos que puede plantear la convivencia en la pareja homosexual".
Más voces
A las críticas de la Iglesia Católica se sumaron las de la Corporación de Abogados Católicos.
Según Eduardo Sambrizzi, representante de esa organización, la boda de Freyre y Di Bello es nula y forma parte de un show.
En declaraciones al periódico La Nación, el abogado dijo que la ceremonia contradice el artículo 172 del Código Civil, que impide el matrimonio entre personas del mismo sexo. El Código Civil, en sus artículos 186 y 188, establece que deberán casarse donde viven. Lo que pasó es como que aparezcan dos personas y le dicen al barrendero de la esquina que los case; no tiene ningún sentido", le dijo al diario argentino.
Pese a los argumentos legales esgrimidos contra la unión de Freyre y Di Bello, el movimiento gay argentino se enfila hacia un nuevo frente: el Congreso.
De acuerdo con la corresponsal de BBC Mundo en Argentina, Veronica Smink, el Parlamento argentino se prepara para debatir dos proyectos de ley que proponen permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero el tema aún no ha sido debatido en los recintos.
Freyre y Di Bello explicaron que una de las principales ventajas de las bodas gay es que, "si uno de los cónyuges tiene hijos, estos podrán recibir los beneficios de ambos adultos". Otra es el derecho a la adopción.
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